Koke marca el ritmo del Atlético
Con la vuelta del capitán han regresado los principios del cholismo. En Valencia, presión alta para ahogar al rival y ante el Liverpool repliegue intensivo.
Si hay un jugador en la plantilla del Atlético que represente por encima del resto al cholismo es Koke. El capitán colchonero es el único que ha convivido desde el primer día con Simeone, cuando todavía era una promesa de la cantera (19 años) y mientras su futuro se dirimía entre continuar en el equipo, donde Diego, Arda Turan, Raúl García, Reyes o Salvio le restaban opciones de jugar o salir con destino al EuroMálaga.
El propio jugador ha reconocido varias veces cómo la charla con Simeone fue clave para seguir. El mensaje: si continuaba trabajando así acabaría jugando y Koke se puso manos a la obra. Desde entonces, y con la salida de Diego en ese verano de 2012, el papel del centrocampista pasó a ser capital. Su temporada 2013-14 para conseguir el título de Liga, con 13 asistencias en el campeonato nacional, o su año 2015-16, donde consiguió 14, han llevado al '6' rojiblanco a ser el medio más asistente de LaLiga en la última década.
Pese a que esa producción ofensiva de Koke en las últimas temporadas ha decaído, su importancia para el Cholo sigue siendo máxima, algo que se exagera durante sus ausencias. En la última lesión muscular del centrocampista, sufrida durante las semifinales de la Supercopa de España contra el Barcelona, el Atlético disputó cinco partidos con un balance de cuatro derrotas, una de ellas en la final de la Supercopa contra el Madrid y otra en Copa ante la Cultural Leonesa y un empate en casa ante el Leganés. Con su vuelta al verde han regresado los triunfos, pero además ha vuelto la identidad colchonera.
Con la pérdida de pesos pesados en la plantilla como Gabi, Godín o anteriormente Raúl García, el papel de Koke en cuanto a liderazgo ha tenido que aumentar drásticamente. El '6' es la mano de Simeone sobre el campo, el jugador que debe mandar la presión y cumplir el plan del técnico desde dentro del verde. Tras volver al once con victoria contra el Granada, donde Koke dio la asistencia del gol a Correa, en Valencia pudo verse a un Atlético completamente reconocible con una presión muy alta sobre la salida jugada de los centrales. El balón parado dejó al equipo rojiblanco sin victoria en Mestalla pese a la buena imagen ofrecida principalmente en la primera parte.
El Atlético secó al Liverpool
Y ante el Liverpool apareció el Atlético de las grandes noches en Champions. Un equipo rocoso, casi imposible de superar en el cuerpo a cuerpo y con un sistema de ayudas que tejió una tela de araña sobre el equipo inglés, que se marchó del Wanda Metropolitano sin rematar a portería en todo el encuentro. Koke volvió a ejercer como el apagafuegos rojiblanco, sin parar de correr para taponar cualquier agujero que pudiese encontrar el Liverpool. En la primera mitad en la banda derecha frenando a Robertson y Mané, completamente superado y que fue sustituido en el descanso tras ver una amarilla y cometer una última falta donde los jugadores del Atlético, con Koke a la cabeza, pidieron su segunda amonestación. En la segunda, con la entrada de Llorente por Lemar, pasó a jugar en la izquierda para echar una mano a un sobresaliente Lodi sobre Alexander-Arnold y Salah.
Y no es casualidad que los reds buscas en sus ataques en la primera mitad por la izquierda colchonera, intentando sobrepasar a Lemar y Lodi y por la derecha en la segunda, con Llorente y Vrsaljko, ya que por el perfil de Koke es mucho más complicado pasar. El '6' dejó una clase magistral de como ayudar al compañero, un trabajo oscuro poco vistoso pegándose una paliza física para llegar a multiplicarse. De sus botas salió el córner que tras tocar en Fabinho desembocó en el gol de Saúl que da ventaja en la eliminatoria al equipo colchonero. También acabó como el segundo jugador del equipo con más pases completados (24), sólo superado por Thomas (26). Lo que ha quedado claro durante su ausencia y posterior regreso es que el Atlético es mucho más cholista cuando está Koke por medio.