El Fuenlabrada muere a las puertas de la muralla lucense
El Lugo se llevó la victoria del Torres a base de solidez defensiva y de oportuno acierto, mientras los locales se vieron condenados por su falta de acierto.
No necesitó mucho el Lugo para hacerse con la victoria en el Fernando Torres. Una muralla a imagen y semejanza de la que defiende su ciudad y un tanto oportuno de El Hacen, sólo eso. La falta de puntería de los locales fue la sentencia del equipo de Mere que perdió una gran oportunidad para reencontrarse con la victoria y salir de la treintena de puntos donde vive instalado desde Navidad.
Los azulones salieron con el cuchillo entre los dientes empeñados en perforar, por lo civil o lo criminal, la portería defendida por el cancerbero lucense Cantero. Primero, Hugo Fraile, amenaza azulona en cada partido, obligó a estirarse al portero rival en el 6’. Cinco minutos después, Caye Quintana mandó alto un balón franco. El fantasma de la falta de acierto, compañero de fatigas azulón, empezaba a sobrevolar el estadio fuenlabreño.
Pasaron los minutos y el empuje de los de Mere se fue diluyendo, facilitando así la aparición del centro del campo visitante. Guerra de trincheras la que se establecía en el césped donde cada centímetro de verde se sufría incluso ganándolo. Tanto se luchó en la tierra de nadie que en las áreas, zona ligada al 'uy' del espectador, las ideas brillaron por su ausencia. Faltó magia y frescura. Se vio en Caye Quintana: acción de Play Station para dejar sentado a Kravets y tiro manso atajado por Cantero. Con esta estéril intentona local, se ponía fin a la primera parte.
Por tres veces pudieron poner el 1-0 en el luminoso al comienzo del segundo tiempo los pupilos de Mere. Caye Quintana, en el 50’; Hugo Fraile, en el 53’, y José Léon, en el 55’, fueron los protagonistas de estas acciones de peligro. Cantero o unos centímetros separaron al equipo del sur de Madrid del éxtasis del gol. Mientras, los albivermellos no se quitaban el tembleque de las piernas y encadenaban pérdida tras pérdida. Mere dio entrada a Cristóbal a la hora de partido. El ‘ocho’ del Fernando Torres no tardó en hacerse dueño y señor del tedioso duelo. Faltaba la chispa, la justificación a estar viendo este encuentro, más parecido a un soporífero telefilm de sobremesa, y no estar disfrutando en una terraza de esta soleada mañana. Hubo justificación, sí, pero para los del Anxo Carro. En la primera oportunidad de los de Curro Torres, El Hacen adelantaba a los suyos ante la impasible mirada de la defensa fuenlabreña. Corría el minuto 76. Se cumplió la máxima futbolística: quién perdona, muere. Jarro de agua fría para el equipo de Mere.
Con el pitido final del árbitro, la alegría se marchó a Galicia y las dudas se establecen en el sur de Madrid. Los lucenses consiguen los tres puntos y firman así su segunda victoria lejos del Anxo Carro en esta temporada. Mientras, el Fuenlabrada encadena ya diez jornadas sin conocer la victoria, cinco en su feudo... Malas cuentas, entendibles a tenor de la difícil competición y el gran arranque del equipo, para una plantilla que estaba firmando una notable temporada.