La vida sigue igual
Rodri adelantó al Oviedo, pero Ulloa puso el 1-1 de penalti. Pena máxima que advirtió el VAR y cuya protesta terminó con Rozada expulsado. El Rayo encadena su cuarto empate.
Otro empate para el Rayo y encadena cuatro ya. Rodri se valió de un error defensivo para adelantar al Oviedo, que vio cómo Ulloa de penalti (VAR mediante) ponía las tablas en el marcador. Los franjirrojos se encuentran inmersos en un bucle, de juego y resultados, que le impide avanzar más allá de la mitad de la tabla. El punto tampoco ayuda demasiado a los carbayones que quieren alejarse del descenso, pero corren a cámara lenta. Siguen fuera, por los pelos.
Los asturianos no estaban dispuestos a ser un convidado de piedra y para muestra un botón: entraron presionando muy arriba al Rayo. El capitán Saúl Berjón mandó demasiado alto un tiro a la salida de un córner y otro fuera desde el mediocampo. También Tejera puso a prueba a Dimitrievski, que atajó el peligro.
Poco a poco, los franjirrojos se subían al partido. Álvaro García se guisó y se comió una contra que terminó despejando Lunin. San Lunin. Y es que el portero se iba creciendo y firmó dos nuevos paradones a dos testarazos de Mario Suárez. Cuando los madrileños daban muestras de una leve mejoría cayó el 0-1.
Llegó el gol a balón parado. El Oviedo sacó rápido una falta lateral, Berjón brujuleó a Rodri, que se desmarcó de Milic y batió a Dimi. El Rayo seguía buscando el empate, pero se estrellaba con Lunin (detuvo un trallazo de Advíncula desde la frontal) o con su falta de pegada (se fue alto otro de Mario). Los vallecanos tenían el esférico (61% de posesión), pero les costaba morder. Al contrario que su rival, dispuesto a hacerlo a la más mínima ocasión.
A grandes males, grandes remedios. Paco dejó defensa de tres y metió a otro delantero: llegó el debut de Yacine. Eso sí, los cambios tardaban en surtir efecto. A los locales les costaba definir en el último pase y los visitantes seguían bien colocados atrás. Andrés probó desde lejos y su tiro se fue rozando la madera. Tampoco acertó Tito después.
El encuentro estaba en punto muerto y el diagnóstico favorecía al Oviedo. Lo reanimó el VAR, que detectó una mano de Lolo y Trujillo Suárez señaló penalti. Algo que incendió a Rozada, que terminó expulsado por su exagerada protesta. Lunin adivinó el lanzamiento de Ulloa, pero no pudo pararlo y el delantero hizo su primera diana en Vallecas de esta 2019-20.
Había pulso y tiempo. El suficiente como para sufrir. Dimitrievski sacó un milagroso pie para evitar el 1-2, Montiel trató de cazar el 2-1 y Trejo vio la segunda amarilla, pero el marcador no se movió más. El Rayo suma catorce empates (diez de ellos 1-1) y se reparte puntos y preocupaciones con el Oviedo, otro que no termina de carburar...