Rocco Maiorino: “El año pasado, aunque perdiéramos, todo el mundo tenía la misma cara”

Poco a poco, la Ciudad Deportiva de Las Palmas se va llenando de los coches de alta gama de sus futbolistas. Falta una hora para el entrenamiento y el silencio se apodera de una Ciudad Deportiva en calma. Hay una larga jornada de trabajo por delante en la colina de Barranco Seco. Con puntualidad exquisita, el director deportivo de Las Palmas recibe a AS en la pequeña y coqueta sala de prensa. No le gusta hablar de su trabajo, pero lo hace con naturalidad y sonriendo. Se le ve relajado tras los intensos días de cierre de mercado.

Tras el cierre del mercado, ¿Las Palmas tiene la plantilla que ha querido o que ha podido tener?

La plantilla que hemos querido tener considerando las opciones y lo que el mercado nos ha propuesto. Siempre hemos hablado de forma muy clara con el míster: si se tenía que hacer ‘algo’, sería para mejorar. Cuando quieres fichar a determinados jugadores también tienes que respetar que ellos salgan. Araujo no salió hasta el último día porque hasta ese momento no teníamos la seguridad de que pudiese salir. O Christian Rivera, que tenía un contrato con el Leganés y se hizo otra fórmula de rescisión para irse al Girona. Todo lo hemos hecho hablando con el entrenador. Pusimos en la mesa todas las cartas que hemos tenido en el mercado. Fichamos a jugadores que nos mejoraban, como Fede Varela o Aridai. Hasta el final hemos intentado hacer algo para mejorar, pero no había jugadores que consideráramos mejores de lo que tenemos.

Mel echa en falta algún lateral, extremo y mediocentro.

Son cosas que dice el entrenador después de un partido. Sobre todo después de una derrota, se dicen cosas en caliente. Pero el míster es consciente de que tenemos una buena plantilla y hemos sufrido muchas lesiones. Ayer me mandó el doctor Bolaños un historial de lesiones, y es algo que nunca he escuchado en otro club ni me ha pasado en los equipos que he tenido. Decía que falta un lateral derecho, pero a mí no me lo parece teniendo a Álvaro Lemos, que está lesionado, y a Eric Curbelo. Y Srnic puede jugar en esa posición. Con respecto al mediocentro, al principio decía que confiaba poco en Javi Castellano, pero se está mostrando como un jugador muy bueno, casi indispensable para nosotros. Él y Fabio siempre han jugado bien. Si uno encontraba en el mercado algo mejor, se podía hacer algo. Pero confío mucho en la plantilla que tengo. De verdad, creo que también lo hace el entrenador. Todos los entrenadores piden más, y es algo normal. Pero no tengo el pulso del mercado, lo que te puede ofrecer, cuánto te pueden pedir… Ahora, con el presupuesto, estamos en positivo. Es un proceso que nos costará 2-3 años. El objetivo de este año siempre fue, desde el primer día, mantener la categoría. Si se puede hacer algo más lo vas a intentar; es normal, todo el mundo quiere ganar. Pero es un proceso que nos va a costar 2-3 años.

Se estaba muy pendiente de que siguiera Jonathan Viera.

(sonríe). Ya dijo el presidente que Viera ganaba más que toda la plantilla de Las Palmas. Fue una oportunidad que tuvimos. Tuvo una lesión en el costado y el Beijing no lo puso en la lista. Nos lo cedió por 6 meses. Al inicio, si preguntas si quieres, o no, jugar con Jonathan Viera, todo el mundo te dice que sí. Aprovechamos a Jonathan hasta cuando pudimos. Lo hemos disfrutado y él nos ayudó a mejorar. Así es el mercado. Firmamos un contrato hasta el 31 de diciembre y ahora, hasta el último día, hemos intentado prolongarlo hasta final de temporada. No fue posible, pero nos quedan esos seis meses excepcionales.

Usted, como el presidente, insisten en que el objetivo es la permanencia. Mel pide luchar por algo más. El equipo, ahora, está a tres puntos del playoff. ¿Es realista pensar en ellos con el grupo que tiene Las Palmas?

Antes de logar más de 50 puntos tenemos que lograr 50 puntos. Ahora tenemos que cambiar esa racha negativa que hemos sufrido en el inicio de 2020. Estamos en esa posición y claro que intentaremos luchar hasta el final por los playoff. Aquí todo el mundo quiere ganar y subir a Primera. Los chicos, también. Pero hemos vuelto al origen de este club, apostando mucho por la cantera. Es positivo para la entidad. Cuando logremos la permanencia lucharemos hasta el final por todo lo que venga después.

En 2020 son seis los partidos sin ganar más la derrota de Badajoz. ¿Hay preocupación en los despachos de la UD?

Cuando no se gana siempre hay preocupación. Pero tenemos que estar centrados y lúcidos para comprender el por qué de esta racha. Creo que hay muy buen equipo. En los últimos partidos ha habido falta de intensidad, de “maldad” deportiva. Es lo que hay que tener en cuenta para los próximos. Eso no tiene que cambiar la confianza en nuestra plantilla. El club está muy contento el grupo que tiene. Son muy buenos chicos, se ayudan entre ellos. Cuando tienes ese tipo de ambiente interno el objetivo lo logras seguro.

Uno de los futbolistas más destacados es Pedri. ¿Le sorprende la medida que está dando un pibe de apenas 17 años?

Claro que sí. El club conocía la calidad del chico, pero cuando pasas del juvenil directamente al primer equipo puedes pasar por momentos malos. Pero él es increíble, de verdad. Es un gran talento, y estamos muy felices de aprovecharlo y disfrutarlo todos los días. Es un chico muy centrado, con una familia que lo apoya y no le mete presión. Si lo ves entrenar día a día, es como si lo hiciera con los amigos del barrio. Trabaja para disfrutar, juega para disfrutar. Todo el mundo esperaba que pudiera hacer lo que está haciendo. Pero me sorprende cada día más.

El Barça puede llevárselo definitivamente este verano o dejarlo cedido otra temporada. ¿Tienen contactos con el club azulgrana sobre Pedri?

Tengo contacto periódico con Ramón Planes, el secretario técnico del Barça, que es muy amigo mío. Le encantaría que Pedri pudiera continuar otro año aquí por su crecimiento. Nosotros estamos totalmente a disposición para tenerlo más tiempo. Hay una relación muy buena con el Barça. Seguro que nos sentaremos en los próximos meses para hablar del tema.

Habló antes del informe médico con todas las lesiones de la temporada. Hay molestias inevitables, como los problemas estomacales de Cedrés, en su día, o los recientes de Fabio. ¿Hay alguna explicación lógica para el resto?

Las lesiones musculares no son muchas. Tuvimos por ejemplo la de Álvaro Lemos, que es una dolencia particular porque ha estado fuera más tiempo de lo esperado. Las otras son lesiones que están en la normalidad, como una semana o 15 días fuera. Por ejemplo, Fede Varela. Entrenó pero no tenía ritmo de partidos, y tuvo una sobrecarga que lo paró una semana. Aridai, lo mismo. Creo que volverá a principios de la próxima semana. Son cosas sin demasiada gravedad. Hay lesiones como la de la rodilla de Raúl Fernández, tibia y peroné con Drolé, el mismo Narváez por un golpe en la cara y está tres semanas fuera… No son previsibles. Esa mala suerte nos ha costado mucho. El entrenador no ha tenido la oportunidad de jugar más de dos partidos con el mismo equipo titular.

Hubo mucha agonía para hacer determinadas alineaciones por problemas de inscripción, físicos, sanciones…

Si tienes la mala suerte como la nuestra de, por ejemplo, que Drolé, Cedrés y Aridai, lesionados de la misma posición, y Benito con tarjeta, son cuatro extremos a los que no hemos tenido en el mismo partido. Pero por un partido no puedes fichar a otro jugador. Entiendo lo que dijo el entrenador de la necesidad de un extremo: no para ficharlo, sino para el partido, que te lo pedía. Esperamos tener más suerte en los próximos meses, que todo el mundo se recupere y no se lesione nadie más.

¿Cómo valora la aportación de todos los canteranos? Kirian, Valles, Josemi, Josep, Cedrés…

Este año hemos subido a Josep, que ya estaba el año pasado, Álvaro Valles, Eric Curbelo (año pasado), Álex Suárez, Fabio, Pedri, Kirian, Benito y Cedrés. Y durante el curso han llegado Pablo Haro, Juan Fernández, Josemi, Jesús Fortes, Boris… Significa que estamos apostando mucho por la cantera. Pero tampoco podemos poner todo el peso de una temporada en la espalda de chicos que vienen de Segunda B y salvaron la categoría en la última jornada. Poco a poco los estamos introduciendo en el primer equipo para ver si tienen el nivel, y están demostrando que sí. Seguimos monitorizando a la cantera, viendo cuándo es posible que debuten más jugadores, pero no tiene que ser algo forzado.

El partido ideal para reaccionar, el de este fin de semana contra el Cádiz: llega el líder, un sábado, buen horario…

Todos los partidos vienen perfectos cuando tienes que reaccionar. A diferencia del año pasado, llegué en abril, se perdía, se ganaba o se empataba y todo el mundo tenía la misma cara. Este año no es así. Quieren ganar, les afecta una derrota.

¿Qué ha cambiado?

El grupo. Y hay muchos chicos que han crecido aquí y que tienen a Las Palmas como algo muy suyo. Eso afecta más. Todos los jugadores que han venido se han puesto a disposición, y también los cedidos como Narváez, Drolé… Quieren ganar y no les da igual lo que pase. A diferencia del curso pasado, y no digo el porqué porque vine en abril y no sé qué pasó, este año hay un grupo muy bueno. Los futbolistas siempre dan la cara y en los momentos de dificultad siempre han dado un paso adelante. Esa es la diferencia. Tengo mucha confianza en este grupo.

En toda esa unión del grupo, ¿qué importancia le da a las nuevas instalaciones de Barranco Seco?

La Ciudad Deportiva ha influido mucho en el grupo. Desayunan y almuerzan juntos, se crea más grupo. O no usar los móviles, una regla muy sencilla que usan muchos clubes. Queremos que se respete para crear vínculo. Que vivan al máximo las 6-8 horas de trabajo que están aquí. Solo así se puede crear un grupo. Es normal que, en un grupo tan grande, hayan jugadores que entre ellos tengan más confianza. Pero se llevan todos muy bien. Desde el principio de la temporada, de verdad, no ha habido ningún problema entre ellos. La fuerza de un conjunto así nos ayudará a progresar.

Llegó en abril del año pasado, y para todos era un desconocido. ¿Se sintió injustamente tratado antes o ahora?

(se ríe). No estoy acostumbrado a escuchar lo que dice la gente, sino a trabajar. Cuando vine me pidieron hacer un equipo mejor que el año pasado, ajustar el presupuesto tras una inversión muy alta… Al principio de la temporada la UD tenía muchos problemas económicos. El trabajo que tenía que hacer consistía en poner en positivo el presupuesto, algo que hemos logrado, y mejorar el equipo, que también. Si la gente piensa que porque a alguien no le guste mostrarse eso significa que no trabaja… Trabajé 13 años en el Milán, y creo que hice 10 entrevistas. En tres años y medio como director deportivo del primer equipo he ganado una Supercopa, y siempre trabajé, hasta cuando Berlusconi era el presidente.

Aquí tampoco había concedido entrevistas.

Hasta ahora, no. Para mí, hacer entrevistas no significa que trabaje o que no trabaje. Yo trabajo siempre aunque la gente no lo note. La suma se hace al final de la temporada. SI hubiera hablado diez veces para explicar lo que hacía podía cambiar alguna idea de la gente pero al final, por esta plantilla, por lo que hace el club, no cambiaba nada.