El Nápoles se ha despertado
Tercer triunfo seguido para los de Gattuso, que tras haber batido a Lazio y Juve tumbaron al Sampdoria 4-2 en el Ferraris en un partido intenso. Quagliarella marcó otro golazo.
El Nápoles de Gattuso, tras haber batido a Lazio (en Copa) y Juventus, superó también el difícil examen del Ferraris tumbando 4-2 a un Sampdoria en lucha por la salvación y muy hambriento. Los sureños, ahora, marchan a dos puntos del sexto puesto y a nueve del cuarto: su remontada hacia los puestos de Europa ha comenzado. Los azzurri, que salieron de inicio con Lobotka, vivieron esta noche el mejor arranque de partido de su temporada. Después de apenas tres minutos, Zielinski centró para Milik que, con un preciso testarazo, firmó el undécimo gol de su curso. Los napolitanos controlaban el juego sin apuros y antes del 20’ también marcaron el segundo: Callejón forzó un saque de esquina, Di Lorenzo lo prolongó en el segundo poste y Elmas empujó el balón entre palos.
Quagliarella salió al rescate de los suyos en el peor momento: el delantero se sacó de la chistera una volea maravillosa, que recortó distancias y supuso su octava diana ante el conjunto de sus amores. El gol despertó a los de Ranieri, que a cinco minutos del descanso remataron a la madera con una vaselina de Ramírez, terminando un gran contragolpe. Los blucerchiati saltaron al campo en la reanudación con el mismo espíritu: en el 55', el mismo Ramírez puso las tablas de chilena, una proeza que canceló el árbitro tras haber revisado las imágenes del VAR, debido a una mano de Gabbiadini. Luego, el colegiado también le quitó un gol a los napolitanos por un fuera de juego de Zielinski después de un remate al palo de Insigne.
El empate, merecido, llegó en el 73’, cuando Manolas tumbó a Quagliarella en plena área. El veterano delantero se lesionó en esa ocasión, tuvo que dejar el campo poco después y no pudo presentarse desde los 11 metros. Lo hizo Gabbiadini, otro exazzurro, que convirtió la pena máxima. El 2-2 sacudió a los sureños, que tras un gran arranque fueron perdiendo intensidad: Gattuso puso a Mertens, Politano y Demme, y fue justo el recién fichado quien marcó el 2-3. El ex del Leipzig firmó el 2-3 aprovechando un rechace de Colley tras un disparo de Insigne: es el primer Diego en marcar un gol con los partenopei tras Maradona y, señal del destino, el último tanto del Pelusa con esa camiseta fue justo durante un Sampdoria-Nápoles.
Faltaban siete minutos para el 90’, y pasó de todo: lesiones, peleas, ocasiones y un descuento de siete minutos que llegó hasta los nueve, en el que Mertens, aprovechando una salida del meta Audero, marcó desde lejos el 2-4 definitivo. El belga llegaba de un mes lesionado, ha sumado su diana azzurra número 119 y ahora le faltan tres para convertirse en el mejor goleador en la historia del club. Fue la guinda de la gran noche napolitana: la crisis se ha acabado.