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INGLATERRA

Carrasco, encerrado en su laberinto

Tomó la decisión de ir a jugar a China, donde es un ídolo y gana mucho dinero, pero regresar a Europa, a pesar del interés de otros equipos, no sería nada fácil.

El jugador belga del Dalian Yifang, Yannick Carrasco, con su selección.

Yannick Carrasco es una estrella en China. Esta temporada ha marcado 17 goles y ha repartido 8 asistencias en 26 partidos con la camiseta del Dalian Yifang. Sin embargo, hace tiempo que le gustaría regresar a Europa, pero la decisión que tomó en su día de emigrar para cobrar más dinero dificulta que pueda volver al fútbol europeo.

El internacional belga cobra cerca de 11 millones de euros y aunque ha sido ofrecido a West Ham y Crystal Palace, ninguno de los clubes quieren pagar una cifra cercana a la que percibe actualmente. El Crystal Palace está dispuesto a acoger al jugador a préstamo, que con la liga china terminada, se está entrenando en solitario en su país.

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Pero para que saliera del Dalian Yifang tendrían que ocurrir varias cosas. Por un lado, que su club quisiera dejarle salir gratis en calidad de cedido, cosa que no parece probable teniendo en cuenta que su contrato expira en 2022 y que saben que pueden sacar dinero por él. También sería importante saber a qué precio estaría dispuesto a regresar a Europa, ya que bajarse el sueldo sería crucial para cerrar un acuerdo con cualquier equipo. Finalmente están los clubes de destino. Pongamos por caso que el Crystal Palace le quisiera traspasado y no cedido, tal y como publica Daily Mail. Si el Dalian Yifang pide un traspaso y los ingleses tienen que abordar su sueldo y pagar una alta cantidad por la transferencia, es posible que encuentren más futbolistas de ese nivel y que las operaciones fueran más rentables. Todo eso dificulta que Carrasco pueda volver a Europa.

Al mismo tiempo, la liga china está regularizando su política de sueldos y ha impuesto un tope salarial de tres millones de euros. Carrasco tiene asegurados sus 11 millones hasta que acabe su contrato, pero a partir de ahora será más difícil convencer a futbolistas de otros países para que vayan a jugar al competición asiática, ya que el principal atractivo era el dinero que ofrecían a los jugadores.