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LOGROÑÉS - VALENCIA

Campeón en horas bajas

El Valencia inicia esta noche la defensa del título entre dudas por su mala imagen en Mallorca y en la Supercopa de España. Duelo de dos clubes hermanados.

Cillessen, que regresará hoy al once titular, durante el entrenamiento de ayer bajo una intensa lluvia.
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Logroño se estrenó como plaza de Primera el mismo año que el Valencia regresó a la máxima categoría tras su año en el infierno. Los Sempere, Quique, Voro, Arias, Giner o Fernando fueron testigos del ascenso del CD Logroñés. El Valencia, con los deberes hechos desde hacía un mes, visitó Las Gaunas en la última jornada del curso, el 14 de junio de 1987. Ese día, Noly marcó un gol histórico para la capital del vino y así fue como valencianistas y riojanos se hicieron amigos para siempre, relación forjada después con traspasos como los de Poyatos, José Ignacio, Gerardo o Romero; un hermanamiento que va más allá de las siglas, porque la sintonía es la misma llámese el Logroñés Club Deportivo o Unión Deportiva.

Del Club Deportivo Logroñés, equipo vintage ochentero, del Tata Abadía, Sarabia y Setién, queda el recuerdo. En el nombre de Las Gaunas, su espíritu. La Unión Deportiva recogió su testigo (en 2009 era un equipo de barrio, el Varea) y en su casa este año sólo han perdido contra El Mazo. Los de Sergio Rodríguez vienen de eliminar al Cádiz y van líderes del Grupo II de Segunda B, pero sendos empates ligueros han reducido su ventaja a tres puntos. Así se las gasta la Copa a los modestos; les motiva y despista por igual.

Pero si algún equipo llega a Las Gaunas con la mente más allá que acá ese es el Valencia. Los blanquinegros, que estrenan logo de vigente campeón en sus camisetas, inician la defensa de su trono en horas bajas. En Yeda y Mallorca estuvieron en cuerpo pero ni noticias de su alma. Ahí radica la preocupación de Celades; de ahí que citara a todos sus jugadores sanos. El catalán hará rotaciones, pero confianzas las justas, que tienen mucho que perder y poco que ganar. Las eliminatorias a partido único las carga el diablo. Bien lo sabe el Valencia; Guadix, Novelda y Alicante dan fe de ello.