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OVIEDO 1 - HUESCA 1

Ibra da un respiro en el 97'

El senegalés iguala el gol de Eugeni en el último suspiro del encuentro. Lunin se estrenó en el Tartiere. Rafa Mir debutó con los de Michel.

Con un dominio claro de la pelota pero con unas mínimas gotas de acierto, el Huesca estuvo muy cerca de irse del Tartiere con el mayor botín. Solo la aparición de Ibra en el último suspiro, cumplido el minuto 97, evitó que los de Míchel se hicieran con tres puntos básicos en la lucha por el ascenso. El zurdazo le da aire a un Oviedo necesitado.

Los roles de los equipos quedaron claros desde el primer momento. El Oviedo trató de presionar la salida del balón del Huesca, pero en cuanto los de Míchel daban un par de pases seguidos, los azules se refugiaron en su campo, cerquita de Lunin, de estreno este domingo en el Tartiere. Por eso, y porque al Oviedo le costó un mundo salir a la contra, el balón fue monopolizado por los visitantes. Mosquera, Eugeni y Rico camparon a sus anchas por el césped, pero el Oviedo sí cerró filas con eficacia cuando el balón se acercaba a su área.

Con todo el dominio comentado del Huesca, las ocasiones brillaron por su ausencia. En todo el primer periodo, los aragoneses solo tuvieron un tímido disparo de Eugeni, blocado sin dificultades por Lunin, y un remate de Rafa Mir, debutante, que sí acabó en la red. Pero el línea, con buen criterio, vio la situación adelantada antes del centro de Ferreiro.

En los locales, mucho repliegue, trabajo a destajo y una ocasión. La tuvo Ortuño la única que vez que salió el plan: robar y correr. Borja cedió al área y el delantero se encontró con las piernas de Pulido cuando saboreaba el gol.

El inicio de la segunda mitad mostró a un Oviedo más incisivo. Llegó en tres ocasiones seguidas tras el paso por vestuarios, pero Sangalli y Ortuño no estuvieron acertados de cara a la meta rival. El que dio fuerte fue el Huesca. Josué remató un córner, Lunin despejó con acierto y Eugeni empujó el rechace a la red. El asistente vio un fuera de juego que el VAR se encargó de anular: 0-1.

Sí dio un paso adelante el Oviedo entonces, empujado por la situación. Y Rozada lo intentó con Berjón, el capitán de vuelta, e Ibra, para buscar una vía más directa. La más clara fue de Nieto, en un balón suelto tras una pugna que engatilló con la derecha, cerca de la escuadra oscense.

El partido moría en el campo del Huesca, cuando Lunin sacó en largo, Berjón pugnó y Carlos Hernández se inventó un gran pase. El resto, obra de Ibrahima: zurdazo exquisito a la red y delirio del Tartiere, que se evita un agravamiento de la situación.