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Las Palmas

Aridai, el cocinero del ascenso

Subió dos categorías en un año jugando en el Mallorca. Receta humildad. "Nadie contaba con nosotros y acabamos en Primera División", recuerda.

Aridai, el cocinero del ascenso
Carlos Diaz-Recio

Sabía muy bien de lo que hablaba Aridai Cabrera cuando el martes, durante su presentación como nuevo jugador de la Unión Deportiva Las Palmas, mencionada el salto a la categoría reina. “Conseguí el ascenso el año pasado cuando nadie apostaba por nosotros”, dijo. Se refiere a su último éxito en el Mallorca, de donde tuvo que salir por la ausencia de minutos, 35, durante su etapa junto a las estrellas.

No le quedaba más remedio a Las Palmas que reforzarse en tres cuartos, pues las lesiones de Drolé, Narváez, Cedrés o Rubén obligan. Además, la polivalencia de Aridai se antoja vital. Pasa por ser un extremo de nuevo cuño, de los que prescinden del desborde pegado a la cal y miran la línea de fondo para irse por dentro buscando la portería rival. Puro nervio en un equipo demasiado estático en ocasiones.

Ocurre que, además, su experiencia es un grado. Desde Mallorca aún se recuerda su papel clave en el doble ascenso de un equipo que hace dos años estaba en Segunda B. Más similitudes. Dos equipos condenados a la permanencia que se sienten capaces de subir. “Hay plantilla de sobra”, asegura de la Unión Deportiva. Está en su salsa, lista la receta para el asalto a los cielos.

Humano. Quienes bien conocen a Aridai destacan su perfil humano. De origen humilde, pibe de Lomo Blanco, el descaro por bandera, no duda en fotografiarse ni en firmar los autógrafos necesarios. En la calle empieza ganando. Y en el vestuario, también. Basta con preguntar en Mallorca, su primera isla del tesoro que ahora busca de amarillo.