Vázquez se aferra a Riazor en el regreso de Cristóbal
El de Castrofeiro se estrena en casa con un Depor que persigue su tercera victoria consecutiva. El Racing busca un impulso. El puesto de colista, en juego.
El Deportivo se estrena en Riazor en 2020 con un nuevo proyecto que quiere olvidar lo más rápido posible el pasado reciente. En el palco ya no estará Paco Zas, se sentará Fernando Vidal. En el banquillo ya no se moverá inquieto Luis César, lo hará un Fernando Vázquez que ha devuelto la ilusión. Las gradas desiertas para despedir el año recuperarán su color alentadas por el de Castrofeito. Incluso la camiseta será diferente, pasando de las polémicas franjas horizontales a las tradicionales verticales.
Todo un cambio en un Deportivo que ha vuelto a creer en la permanencia tras verse prácticamente en el hoyo. De estar muerto a nueve puntos de la salvación, a cuatro. De 19 partidos sin ganar, a enlazar dos victorias consecutivas. De verse colista desde principios de octubre, a poder abandonar la última plaza después de tres meses en lo más hondo.
Y es que enfrente espera un Racing que es penúltimo y lleva cinco partidos sin ganar, pero que tiene un punto más que los coruñeses y que podría impulsarse con una victoria. Al frente de los cántabros llega Cristóbal Parralo, viejo conocido de la afición local que saltó del filial para coger el banquillo entre Mel y Seedorf el año del descenso. Cristóbal apostará en Riazor por mantener su 4-2-3-1 habitual. La duda está en saber si va a dar la titularidad a Manu Hernando, recién fichado del Castilla, o mantendrá a Alexis en el once. El otro refuerzo en este mercado, Papu, empezará en el banco.
Vázquez, por su parte, se lleva a dos fichajes: Çolak y Sabin Merino. El vasco apunta a titular en un once que es toda una incógnita, ya que el técnico maneja varias alternativas e incluso no está claro que mantenga la defensa de cinco.