La consagración de Sadio Mané es una realidad
Sadio Mané está viviendo el mejor estado de forma en este Liverpool que está haciendo Historia tanto en Inglaterra como en el fútbol europeo.
Sadio Mané es uno de los delanteros más en forma del mundo actualmente. El atacante senegalés del Liverpool se ha convertido en una de las grandes referencias ofensivas del planeta gracias a su estado de forma y rendimiento en las filas Reds siendo, además, pieza clave en grandes citas en uno de los proyectos más laureados, competitivos y gloriosos en la historia reciente del club.
El Southampton fue la carta de presentación de un Sadio Mané que ya empezó a dejar los primeros síntomas de su poderío ofensivo cuando militaba en las filas del conjunto sureño. Allí, en el St. Mary's Stadium, empezó a ser determinante, comenzó a firmar sus primeros pasos en las islas británicas (cuando llegó procedente del Red Bull Salzburg) y dejó, entre otras cosas, récords como el hat-trick más rápido en la historia de la Premier League.
Sus cifras llamaron la atención en Anfield y se convertiría en una de las tantas operaciones que se sellaron en la última década con origen en la ciudad desde la que partió el Titanic y con destino la ciudad en la que The Beatles fecundaron las bases que años después les convertirían en leyendas de la música. Un tipo sencillo, de carácter introvertido, que da pocos titulares más allá del césped, que sólo habla allí donde mejor sabe: el terreno de juego.
El año 2019 arrancaba preparándole una sorpresa a Sadio Mané. A sus compañeros en el Liverpool también, pero especialmente para él, ya que sería el año de su gran consagración. Si el mundo ya le conocía como parte importante del imponente tridente que forma junto a Mohamed Salah y Roberto Firmino, si el mundo ya le conocía como el gran referente de la selección senegalesa, ahora el planeta fútbol le tiene catalogado como uno de los mejores atacantes tras el año 2019 que firmó. Por ello, no es de extrañar que ya haya sido relacionado este año con el Real Madrid.
Campeón de la Champions League en el Wanda Metropolitano, campeón de la Supercopa de Europa, subcampeón de Premier League, campeón del mundial de clubes. Todo ello siendo pieza clave con goles importantes, con goles relevantes en las noches imborrables. Y, por si fuera poco, líder autoritario de la presente temporada de la liga inglesa 2019/20 siendo, virtualmente, catalogado ya como el futuro campeón. Un estado de forma brillante y glorioso para Mané sobre el césped, pero complementado a la perfección con la consecución de algunos de los mayores retos a los que un futbolista puede hacer frente en su trayectoria.
El año de su consagración mundial. El año en el que pasó de ser un buen delantero a ser considerado entre los más prestigiosos del planeta. Pero, sin embargo, todavía sobrevuela sobre su figura ese aura de jugador 'menor', de delantero que no hace el ruido mediático de otros (quizás como su compañero, Firmino). Existe el escalón vertiginoso de los Mbappé, Neymar, Messi o Cristiano Ronaldo. Existe el escalón de los Luis Suárez, Lewandowski, Harry Kane o Benzema.
Pero cuesta (sobre todo fuera de Inglaterra) asumir la verdadera importancia de un Sadio Mané que ya muchos han catalogado de forma popular como un depredador silencioso. Un depredador que consigue batir a sus presas con la agilidad de un felino, con el hambre voraz de un delantero que tiene a su favor algunas de las mejores cifras goleadoras de Europa. Pero, sin embargo, mantiene un segundo plano que algunos catalogan de injusto pero otros, en cambio, lo asumen y subrayan como un aspecto positivo que le resta presión.
Las cifras son claras. Casi 50 goles en su casillero desde el inicio de 2019. Valores, cifras, rendimiento goleador, que han sido clave para que el portal especializado Transfermarkt le haya tasado un valor de mercado de 150 millones de euros. El jugador más caro del Liverpool. El segundo futbolista más caro de la Premier League. El cuarto en el ránking mundial. Sin duda alguna, cifras que confirman la consagración de un Sadio Mané que vive (como la gran mayoría de compañeros en el Liverpool) seguramente el mejor momento de su carrera deportiva.