Un Recre de otra categoría en la Copa

La Copa es esa competición que permite a los modestos soñar con ser grandes y a las aficiones como la albiazul, que vive su particular destierro en una Segunda B que no le corresponde, demostrar que la categoría no siempre la define la división en la que juegan sus equipos. El Decano vivió una de esas noches. Le plantó cara a un equipo que juega un escalón por encima, que por momentos lo demostró, pero que en el cómputo general del partido pecó de conformismo ante un oponente que expuso todo lo que tuvo. Y el fútbol ésta vez le recompensó.

La eliminatoria se resolvió desde el punto de penalti. Es fútbol, pero en los 120 minutos que el balón rodó sobre el césped del Nuevo Colombino disfrutó el Recre añorando tiempos mejores que volverán. Quizá por eso quiso el destino, que tanto le debe a este club, regalarle una noche de alegría y el premio de un bombo con garantía de premio.

Las tablas al descanso fueron más que justas. Un golpeo ligeramente cruzado de Javi Gómez en el 39 y un cabezazo fuera de Morcillo fueron lo más peligroso para las porterías contrarias que ofrecieron Recreativo y Fuenlabrada. Y no por ello fue un partido tosco ni aburrido. Cada cual con sus armas le dio entidad al duelo.

Cuando un equipo está tan perfectamente construido alrededor de una identidad como la del Fuenlabrada, apenas nota las diferencias entre una competición ni otra ni entre titulares o suplementes. El bloque se adapta. Los de Mere hicieron en Huelva un partido similar al que podrían firmar cada semana. Sin grandes alardes, con mucho orden, las ideas claras y la paciencia necesaria para esperar su momento.

Quiso el Recre en cambio adaptar el ritmo del partido a una fórmula que desordenase a un rival que no juega a eso. No lo consiguió el Decano, que pese a su buena primera mitad, lo más que pudo fue igualar la contienda para que por momentos el escalón futbolístico se olvidase. Monteagudo alternó suplentes con titulares y echó en falta un nueve en el área que en las ocasiones que pudo jugar por banda o mover cerca de Freixanet diese continuidad en el remate a su fútbol.

Siempre dio la sensación, no obstante, de tener una marcha más que aplicar el Fuenlabrada especialmente con hombres como Randy, viejo conocido albiazul del play-off, o Oriol Riera. No son futbolistas a los que haya que descubrir. En fútbol las categorías se miden por la velocidad del balón, y ahí cuando aceleró siempre marcó distancias el conjunto azulón. En esas ocasiones tocó zafarse en el bando recreativista.

El arranque de la segunda mitad tuvo claro color albiazul. Nano con un lanzamiento de falta rozó el primer tanto para los onubenses. Quiso el Recre dar un paso al frente convencido de poder hacerle daño a su rival. El Fuenlabrada no se inmutó. Si el Decano quería tener más protagonismo, sin problemas. Los de Mere se colocaron sobre el campo para replicar con sobriedad.

Así vivieron los dos equipos durante media hora que ilusionó a la parroquia recreativista. El Recre creció con el balón hasta que le faltó gasolina. Mere respondió con refresco al espacio con Jeisson en punta por Héctor. Mejoró el Fuenlabrada, que trató en los últimos minutos y con los movimientos desde el banco de evitar una prórroga que parecía cantada.

Al tiempo extra llegó mucho más entero el Fuenlabrada. A Monteagudo todavía le quedaban dos cambios con los que refrescar a su bloque. Quiso apurar los cambios, lo que dio opciones a su rival que al espacio generó mucho peligro en los primeros 15 minutos. Nauzet le sacó un balón de eliminatoria a Anderson en el 102. La tuvo el Recre en la segunda mitad del tiempo extra. El técnico quemó sus naves con un ataque más dinámico y nuevo. Primero en un mal despeje de Freixanet y luego con un remate de Morcillo tras el córner que rozó el palo.

La impecable tanda de penaltis albiazul deja al Recre en el bombo donde le espera un premio más que merecido para este club y su afición.