Collymore, contra los problemas mentales: "Nadie prepara a un niño para salir en una portada"
El exdelantero cuenta su lucha en la campaña de la FA para prevenir enfermedades mentales: "Una vez tuve que salir a jugar ante 40.000 personas tomando Prozac y no sabía dónde estaba".
La Football Association está llevando a cabo una campaña en pro de la salud mental y en esta ronda de la FA Cup los partidos están empezando con un minuto de retraso. La campaña Heads Up quiere concienciar a la población y a la gente del fútbol del riesgo que supone para la mente humana las presiones. Las enfermedades mentales son, desgraciadamente, un denominador común para muchas personas y los futbolistas de alto nivel tampoco escapan a ellas.
"Tómate un minuto para encontrar pasos simples que te lleven a cuidar mejor de tu salud mental" es el eslogan que, entre otros muchos, ha hecho suyo Stan Collymore. El exdelantero inglés de 48 años, internacional, ha tomado la palabra en el Mirror para relatar lo que ha sido su batalla contra una enfermedad mental y cómo le costó, primero, que se le fuera reconocida como tal y, después, lo complicado que se hace a veces entenderlo. Más en un mundo tan frenético y exigente como el fútbol. "Hace 21 años exactamente fui a visitar a un médico por los problemas de salud mental que estaba sufriendo, pero él me dijo que me sentiría mucho mejor si ese fin de semana que venía le metía dos goles al Fulham".
Así comienza Collymore su relato, por entonces futbolista del Aston Villa. "Se sorprendería si me lo dijera hoy", se queja el delantero, que observa ahora con más optimismo la batalla por la concienciación y el entendimiento. Sus problemas comenzaron antes de abandonar el Liverpool. Su decaimiento no tenía razón aparente para algunos. "No sabía por qué me pasaba eso, no tenía explicación", afirma Collymore, que pidió cita con los médicos del Liverpool, pero ya no hubo tiempo para hacerlo porque abandonó el club al poco tiempo.
Llegó al Aston Villa y la confianza hizo que olvidara algo unos problemas que volvieron aparecer un año y medio después. "Hablé con Jim Walker, de los servicios médicos del Villa y él reconoció inmediatamente lo que me estaba pasando y me puso en contacto con especialistas", relata. Pero entonces su baja fue tomada de forma hiriente por los medios. "Me perdí un partido importante de Copa y recuerdo ver enfurecimiento por eso en la televisión, lo que sólo hizo empeorar las cosas", reconoce. "Mi agente emitió un comunicado explicando que estaba enfermo, pero algún periódico me maltrató. Decían: 'hay que echar a este tonto del club, ¿cómo osa sufrir una enfermedad clínica?', señala con estupor Collymore en su testimonio en el Mirror.
"Pero era simple. O lo hablaba o moría, y elegí lo primero; algunas semanas después me llamaron porque el equipo me necesitaba para jugar contra el Leeds en Villa Park. Salí ante 40.000 personas habiendo tomado Prozac (un antidepresivo) durante la mayor parte del mes. Me sentí en fuera de juego y, aunque estaba en el campo, no sabía dónde estaba", explica hoy. Collymore celebra que las cosas para los futbolistas y para la gente hayan cambiado sobre la acogida de este tipo de problemas. "Afortunadamente las cosas han cambiado desde entonces y el Everton, precisamente, ha estado en la vanguardia de ese cambio. Han salvado muchas vidas y otros clubes están haciendo también, pero todavía hay que hacer mucho más para ayudar a quienes lo sufren", señala.
Collymore cree que hay que ir a la raíz de los problemas. Al comienzo. "No sólo quiero hablar de futbolistas, pero nada prepara a un niño antes de salir a jugar para el United o el Liverpool y aparecer en las portadas de todos los periódicos y páginas web desde Inglaterra a Australia; hay que alentar a los jugadores, que ganan muchísimo dinero, que también dediquen una parte a vigilar que todo funciona bien en su cabeza", denuncia.
Collymore valora como muy positiva la concienciación que hay ya al respecto en la Premier. "Los clubes emplean especialistas a tiempo completo, en lugar de tenerlos simplemente de guardia por si sucede algo; me gustaría ver un mayor compromiso general para ayudar a los que lo necesitan, las cosas han avanzado mucho en 21 años, pero el fútbol debe darse cuenta de que un problema mental debe tomarse tan en serio, o más, que uno muscular o un hueso roto", concluye. Collymore tuvo un paso efímero por España, en las filas del Oviedo. Se hizo un nombre en la Premier en las filas del Nottigham Forest, antes de pasar por el Liverpool, el Aston Villa y el Fulham, entre otros.