Vinicius adelanta a Rodrygo
El brasileño fue el alborotador contra el Athletic, se desfondó (alcanzó los 33,1 km/h de velocidad punta) y acabó tocado. Su compatriota Rodrygo no aprovechó la oportunidad...
Si algo hace que al Santiago Bernabéu le emerjan las garras como a Lobezno, es un ver un futbolista del Real Madrid, en términos argentinos, pechofrío. Le pasó al Benzema pretérito, le sucede al Bale de siempre, pero no le ocurre a este Vinicius en búsqueda de un hueco. Con un resultado incierto y en una noche en la que tuvo dos ocasiones muy claras donde pinchó en hueso, fue el gran alborotador.
Vinicius tiene a los dioses del gol dándole de momento la espalda, pero él insiste. A Lekue no paró de martirizarlo por esa banda izquierda, la que le gusta, y en el minuto 11 su brillante recorte en una baldosa a Íñigo Martínez se encontró con una tibia salvadora de Unai Simón.
Las lágrimas de Vinicius tras su golazo a Osasuna hicieron clic en la conciencia colectiva de la afición blanca. Vieron a un chaval de 19 años llorando de puro alivio. El gol sigue apareciéndole muy racheado ("Vinicius es joven, puede progresar y aprender cosas, pero le falta tener tranquilidad", analizó Mijatovic en Carrusel Deportivo) pero ha aprendido que a la parroquia blanca se le puede dar alegrías de otra manera. Su presión desaforada en el 68' para asfixiar a Yuri y hacerle casi perder un balón que podía ser letal, le hizo ganarse la ovación de la noche. El esfuerzo en el Bernabéu no se negocia...
La gacela que adelanta a Rodrygo
Porque mientras los postes y demás intentos de gol iban perfilando otro cero en el marcador del Madrid, el 25 madridista siguió quemando queroseno con alegría. Hasta que fue sustituido, Vinicius tuvo el récord de velocidad del equipo blanco (33,1 kilómetros por hora de punta). Vinicius dejó su tanque de gasolina con el chivato de la reserva tiritando y si fue sustituido, en el minuto 71, fue porque se notó una molestia en el bíceps femoral derecho. El ataque del Madrid, de inmediato, fue otro, previsible. "Desde que se fue Vinicius, nadie lleva peligro...", analizaba Álvaro Benito. Muy significativo fue que no se notó ese efecto cuando fue cambiado Rodrygo. El efecto ilusionante de su gol al Leganés y el hat-trick al Galatasaray, Rodrygo está pagando ahora la irregularidad natural propia de su juventud.
En este Madrid al que el gol se le ha vuelto tan esquivo, uno en los tres últimos partidos de Liga, al menos le queda el optimismo de un Vinicius rumboso. Y gracias, porque la CBF decidió no convocarlo para el preolímpico que tiene Brasil Sub-20 en enero porque el propio jugador pidió expresamente no ir. Vini sabe que es su momento. Ahora y a todo gas.