Tremenda pitada a Bale
El estadio blanco silbó al galés antes del partido, durante el cambio por Rodrygo y en cada acción en la que tocaba el balón. Ovación espontánea para Odegaard.
Bale ya tiene una muestra de lo que le espera en el Santiago Bernabéu. El estadio blanco le dedicó una fuerte pitada al jugador galés cuando la megafonía del Bernabéu nombró su dorsal, el 11, para que el público dijese el nombre del futbolista, como se hace con todos los integrantes del equipo. La grada ha dejado clara su disconformidad con esa pancarta que mostró sonriente con Gales que rezaba: "Wales. Golf. Madrid. In that order".
Los decibelios registrados durante la pitada a Bale llegaron a los 90, según los marcados por la aplicación 'Sound Meter' (como se ve en la imagen inferior). Por ejemplo, los decibelios permitidos durante un concierto son 110.
La pitada de gran parte del Bernabéu fue a más cuando Zidane decidió que el galés sustituyera a Rodrygo en el minuto 66 (los decibelios también llegaron a 90). La afición blanca no perdona y cada acción de juego en la que Bale recibía el balón era acompañada por pitos. Incluso, una ocasión de gol desperdiciada por Bale al poco de ingresar en el terreno de juego fue muy silbada desde el graderío.
Además, brotó un aplauso espontáneo por parte de la afición madridista cuando se nombró a Odegaard. La afición blanca reconoce el buen hacer del noruego en la Real Sociedad y deja patentes sus ganas de que regrese a la disciplina madridista en un futuro cercano. Aunque el jugador ya ha dejado claro que prefiere estar dos años en San Sebastián, el Madrid tiene entre sus planes traerlo de vuelta el verano que viene, aunque sin forzar la situación.
Tras el inicio del partido, el centro de las críticas de la afición blanca fue Ramos después de su grosero error en el 0-1 de Willian José. La reacción inicial fue de pitos generalizados, si bien con el paso de los minutos se mezclaron pitos y aplausos en las siguientes acciones en las que intervino el capitán blanco.