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MÁLAGA - LUGO

Match ball para Eloy Jiménez ante un Málaga crepuscular y con la afición enfadada

Málaga y Lugo vienen frustrados por su eliminación en Copa a manos de un Tercera. Eloy Jiménez puede ser destituido. Malestar en la hinchada local.

Actualizado a
22/08/19 ENTRENAMIENTO CD LUGO
 ELOY JIMENEZ
Agrelo Trigo Pedro EliseoDIARIO AS
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Málaga y Lugo, ambos con 21 puntos y en zona peligrosa, se juegan terminar su complicado año deportivo con oxígeno o en la UVI (sigue el partido en directo en As.com). Los dos vienen de ser zarandeados en la Copa por dos equipos de Tercera, Escobedo y Sestao. Víctor Sánchez del Amo está algo cuestionado, por primera vez, por una significada parte de la afición. Peor lo tiene, el técnico del Lugo. Eloy Jiménez puede ser destituido incluso ganando. Se habla de Sergi Barjuán como un posible sustituto.

El Málaga ha recibido muchas críticas tras su derrota contra el Escobedo en Copa, en un partido que no fue televisado, pero con severas censuras de los cronistas que presenciaron la debacle ante un conjunto de inferior categoría. Un varapalo que ha dolido mucho a la afición que, por primera vez, cuestiona a equipo y entrenador más allá de la deficiente gestión de su horroroso presidente/tuitero, Abdullah Al Thani. Luis Hernández, que se lesionó en Almendralejo, es baja. Además, cumple ciclo por cinco amonestaciones. Su puesto en el centro de la zaga puede ser ocupado por Luis Muñoz.

El Lugo llega en estado de postración a La Rosaleda. A la terrible racha de los últimos partidos, sumando sólo dos puntos de quince posibles, se añade la eliminación en Copa ante el Sestao. Eloy Jiménez, el míster, podría entrenar por última vez al Lugo si el resultado no es satisfactorio, e incluso si lo fuese no estaría fuera de peligro. Volvería el míster a su once más reconocible, con Pita y Seoane en la medular y Cristian Herrera y Barreiro en ataque. Borja Domínguez volvería a la titularidad para completar el trivote, mientras que Peybernes y Marcelo son fijos en defensa. Una derrota podría suponer dormir en descenso, algo que los albivermellos buscan evitar a toda costa.