Si hay un equipo que ha salido malparado del sorteo de Copa del Rey, ese es el Lleida. Es el único equipo de Segunda B (junto al Andorra, que partía con otras condiciones) que se verá las caras con un Primera División. Además con el Espanyol, que, tocado en Liga, puede resarcirse en otras competiciones. No obstante, el equipo catalán va lanzado en el Grupo III de la categoría de bronce y su gran objetivo es subir a LaLiga SmartBank más pronto que tarde. Una afición incuestionable, mucho seguimiento en redes sociales (cerca de 35.000 seguidores en Twitter), un lema: "Identidad, compromiso, perseverancia", un estadio (Camp d'Esports) con una capacidad de 13.500 espectadores, un club que ya eliminó a la Real Sociedad hace dos temporadas… Los 'periquitos' tienen motivos para preocuparse.
El Club Lleida Esportiu solo tiene ocho años de antigüedad, si bien es el heredero tras la disolución de la Unió Esportiva Lleida. Tras un tormentoso verano en 2011, el Grupo Ciutat de Lleida, con Albert Esteve a la cabeza, presentó los 600.000 euros de aval necesarios y se hizo con el mando del club. La nueva junta trabajó con firmeza para se readmitidos en Segunda División B y la Federación terminó accediendo. Desde entonces, la tercera categoría es su hogar, aunque cada vez parece más cerca la escalada hacia el fútbol profesional. Como curiosidad, Jaime Mata, actual delantero del Getafe, es el máximo goleador histórico en esta segunda etapa. Su director deportivo, Jordi Esteve, respondió al cuestionario de AS antes de afrontar, de nuevo, la experiencia copera.
En cuanto a nuestro estilo de juego, nos gusta ser agresivos en fase defensiva, presionar arriba al rival y tratar de recuperar el balón cuanto antes con un bloque compacto de dos líneas de 4. Cuando ya lo tenemos (el balón), queremos ser protagonistas.