Los renacidos de Milán
Aleñá, a quien quiere el Betis, Todibo, Vidal o el mismo Umtiti, jugadores sin apenas minutos, se reengancharon en el Giuseppe Meazza y demostraron que el vestuario del Barça ya está enchufado.
El Barça se ha enchufado. Más allá de las estrellas y la luz de Messi o Suárez en los últimos partidos, el partido de Milán era una buena oportunidad para demostrar hasta qué punto jugadores que no están teniendo minutos con regularidad están comprometidos dentro del vestuario. Y además de Neto y los jóvenes, cuyo rendimiento se analiza en otros textos, el partido reforzó al Barça como colectivo. Pudieron perder los de Valverde, pero si se trata de medir el compromiso, futbolistas como Aleñá, Todibo, Vidal o el mismo Umtiti merecen un aplauso.
Lo de Aleñá tiene un punto de expediente X. Después de ser titular en el primer partido de LaLiga en San Mamés, desapareció más de cien días. Entre el 16 de agosto y el 7 de diciembre, Aleñá no jugó ni un minuto. Sin embargo, el jugador de Mataró no ha debido perder el tiempo en los entrenamientos. Con pie y medio fuera del Barça en el mercado de invierno (el Betis puja fuerte por él), se marcó un gran partido en el Giuseppe Meazza que le sirvió para aumentar su cache y demostrar que tiene en sus botas poder triunfar en el Barça. La situación de Aleñá, que movió el centro del campo con un juego ágil y con personalidad, no ha cambiado de momento y los acontecimientos permiten pensar que el internacional Sub-21 se marchará esta Navidad, pero después de lo de este martes, si lo hace será con la cabeza alta y con la confianza de que algún día puede regresar. Valverde admite que le gustaría haberle dado más minutos, pero eso no ha sucedido y le elogió públicamente.
Hubo más casos reconfortantes para Valverde. Arturo Vidal ha protestado recientemente por su situación y ha dejado caer que podría buscarse una salida este mes de enero. Y, sin embargo, cuando sale se lo deja todo. Contra el Inter volvió a ser ese centrocampista total que no es del gusto de los puristas, pero que da presencia, dinámica de juego, competitividad y llegada. Vidal estuvo en la jugada del 0-1 y estuvo a punto de firmar el 1-2 en la segunda parte. El nuevo estatus de Rakitic abre la puerta a una salida pero, de momento, el Barça sólo le vendería en caso de que llegase una oferta irrechazable. Si no, seguirá hasta final de temporada. Es un jugador de perfil distinto, siente el fútbol y es útil.
Es cierto que los defensas sufrieron con Lautaro, pero Todibo y Umtiti también cumplieron. El primero destacó por sus salidas con el balón jugado. Aun con errores, ya que en el primer gol estuvo lento y se dejó ganar la tostada por Lautaro; y luego tuvo algún despiste más que le pudo costar goles al Barça, cumplió en líneas generales y no se arrugó en un partido en el que el Inter se jugaba la vida. Umtiti estropeó su actuación con algunas pérdidas en el segundo tiempo, pero demostró que vuelve a ser competitivo, no como el año pasado, y está preparado si Lenglet, al que se vio algo fatigado en los últimos minutos de partido, flojea en algún momento.
Valverde se mostró así de satisfecho al final: "El partido era muy exigente, porque ellos se lo jugaban todo, y los jugadores han respondido de manera excelente". El Txingurri se llevó para Barcelona la sensación de que tiene a todos los jugadores enchufados, comprometidos y listos para la parte decisiva de la temporada, que empieza ya.