Lautaro impresionó; su cláusula es asumible sólo en julio
El argentino gusta a la cúpula directiva y técnica del Barça por su perfil futbolístico. Durante dos semanas de julio según confirmó As, vale 111 millones.
Lautaro Martínez (22-8-1997, Bahía Blanca) no sólo aprobó el examen ante la cúpula directiva y técnica del Barça. Impresionó. Pese a terminar el partido sin marcar, fue un dolor de cabeza para la defensa del Barça. Exhibió una variadísima gama de recursos de entre los que destacaron su capacidad para ir al desmarque y jugar de espaldas (ahí ganó duelos repetidamente a Todibo, Lenglet y Umtiti) y su facilidad para armar las dos piernas y disparar a puerta. Generó el 1-1 de Lukaku, le anularon dos goles (uno de oportunista y otro con un control y remate de jugador de alto nivel) y dio otro pase de oro a Lukaku que el belga mandó al limbo. Lautaro hizo exactamente todas las cosas que el Barça persigue en el retrato-robot de delantero centro que sustituirá a Suárez.
Llegados a este punto, Lautaro es a día de hoy el preferido del Barça para ser el sucesor de Luis Suárez, palabras mayores. Sólo faltó ver a Suárez de pared en el 1-2 de Ansu Fati para saber cuánto ha pesado y todavía pesa el uruguayo. Según confirmó As el pasado 20 de noviembre, Lautaro tiene una cláusula de salida del Inter por 111 millones que, sin embargo, tiene fecha de caducidad. Sólo puede ejecutarse en una de las quincenas de julio.
Quiere eso decir que el Inter puede ponerle el precio que quiera a Lautaro Martínez durante este mercado de invierno y en sucesivos veranos, pero que este mes de julio puede salir por 111 millones de euros. Para Eric Abidal y Ramón Planes, máximos responsables de la secretaría técnica del Barça, es el momento de decidir si el futbolista, de apenas 22 años, tiene ese precio de mercado o al menos lo proyecta. Según la web especializada Transfermarkt, el actual valor del jugador son 40 millones de euros, pero pinta a que pronto será renovado. En 21 partidos oficiales, Lautaro ha metido 13 goles y ha dado cuatro asistencias. Porque Lautaro es algo más que un goleador. Es futbolista de equipo. Tiene compromiso en defensa y luego se entiende con los compañeros. No es un rematador que vive su partido de manera aislada sino que está en contacto con el juego, se relaciona bien con el balón y tiene un concepto bastante integral del fútbol. El Barça lo observa hace meses y desde septiembre, como informó este diario el 25 de octubre, intensificó el seguimiento del jugador, al que ha visto en partidos con el Inter y con Argentina.
Es fácil pensar que, de ponerse en marcha la operación, el Barça podría esgrimir una carta maestra: Messi. Para Lautaro, jugar al lado del mejor futbolista del mundo con las condiciones de desmarque que demuestra puede ser un placer que no querrá perderse antes de que se retire el argentino. Y en el Barça piensan que si Messi le dice ven a Lautaro, lo deja todo.