Riqui Puig, bautizo en un templo
El canterano, ya con 20 años, tiene la opción de debutar este martes en la Champions. Xavi e Iniesta, sus dos referentes, lo hicieron con 18 en Manchester y Brujas respectivamente.
Riqui Puig empieza a tener prisa y, en cierto modo, hay que entenderlo. Le han pedido paciencia pero él tiene sus objetivos y referentes y observa cómo con 20 años ya cumplidos todavía no ha tenido minutos en el mejor escaparate del mundo. Otra cosa es su toma de decisiones. Riqui Puig ha ignorado ofertas para salir a préstamo y corre el riesgo de que, si su nivel no da el salto que le permita competir con monstruos como Busquets, De Jong o Rakitic, por poner algunos ejemplos, se atasque en un caso similar al de Aleñá. O incluso peor. Por las condiciones que tiene, su talento especial y su obsesión en estar sólo en el Barça, puede tener menos salida que el jugador de Mataró.
Seguramente, el próximo verano sea un buen punto para saber dónde se para Riqui Puig. Si continúa Valverde, el Txingurri tendrá que mojarse después de tres años sobre el futuro del futbolista y el mismo Riqui también tendrá que dar pasos si no quiere terminar en una vía muerta. Mientras tanto, su gran sueño es tener el premio del debut en Milán que, en el fondo, también sería un guiño del entrenador y el club a la declaración de amor único al club que hizo el jugador hace unos días. Porque Riqui sólo quiere Barça y ser Iniesta o Xavi. Pero eso no es nada fácil. Ellos fueron unos gigantes.