El equipo de la localidad de Santa Cruz de La Palma jugará un derbi ante el Tenerife en primera ronda de Copa. Guillermo Jiménez, su vicepresidente, habló con AS.
Desde abajo se pueden hacer grandes cosas. El Mensajero, con casi cien años de historia, es una buena muestra de ello. Concienciado con los problemas sociales, los jugadores posaron en el Silvestre Carrillo con una pancarta por la igualdad y contra la violencia de género. Después, jugaron entre la maleza y las palmeras de su entorno, en un ambiente único en el fútbol español, ubicado en el Barranco de los Dolores. Hasta ahí no viajará ahora el Tenerife, a pesar de que a buen seguro ya había probado en alguna ocasión el feudo de Santa Cruz de La Palma (localidad de más de 15.000 habitantes en la isla de La Palma). A pesar de que el club de Segunda División se mostró abierto a jugar allí, la iluminación artificial del estadio no era suficiente como para acoger un duelo copero. El feudo es propiedad del club y, ante estas circunstancias, necesita del apoyo de la administración pública para hacer frente a una remodelación.
En el estadio, se grabó uno de los últimos vídeos promocionales de un club muy interactivo. "Con alma serena y gran corazón. ¡Da gusto ser del Mensajero!", escribe la entidad en sus redes sociales. Antes, en la campaña de socios, un emocionante vídeo (todos son de producción propia) narra la historia de una familia en la que el abuelo ha perdido la motivación por el fútbol y sus descendientes le explican la magia de nacer desde abajo. Una lástima no poder ver esa comunión entre plantilla y público, si bien toda la afición se desplazará, sin lugar a duda, hasta el Rosendo Hernández, nueva ubicación de la eliminatoria. Guillermo Jiménez, vicepresidente del club, anhela hacer cosas grandes en la nueva Copa para remodelar el Silvestre Carrillo y poder disputar allí el próximo torneo. Él fue el protagonista del test de AS.