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INGLATERRA

El Sheffield Wednesday puede perder 21 puntos o la categoría

Los ingleses se enfrentan a una sanción ejemplar por la venta irregular de su estadio para esquivar el 'Fair Play' financiero, según publica 'The Athletic'.

Hillsborough, estadio del Sheffield Wednesday.
@swfcTwitter

Nubes oscuras se ciernen sobre uno de los clubes históricos del fútbol inglés. El Sheffield Wednesday, fundado en 1867 y uno de los fundadores de la Premier League en 1992, se encuentra en una situación límite. En un intento por evitar romper el P&S (el 'Fair Play' financiero) de la Championship division, el conjunto de South Yorkshire vendió su estadio de Hillsborough a Dejphon Chansiri, dueño del equipo, para así compensar los excesivos gastos de las temporadas anteriores, según informa The Athletic.

El P&S de la segunda división inglesa marca que los clubes no pueden perder más de 46 millones de euros (39 de libras) en un periodo corrido de tres años. De esta manera, 'los búhos' perdieron cerca de 12 millones en la 2015-16, casi 24 en la 2016-17 y encaminaban unas pérdidas de casi 42 millones en la 2017-18. Sin embargo, el club se aprovechó de un vacío legal que permite vender su propio estadio a los dueños del equipo: vendieron Hillsborough por 71 millones a Chansiri, consiguiendo terminar el trienio entre 22 y 24 millones dentro de los límites marcados por la EFL. 

Un problema de fechas

Sin embargo, según los documentos que maneja The Athletic, la venta en cuestión aparece en las cuentas del club un año después de la fecha reportada a la liga, incurriendo así en una ruptura de las reglas que marca el P&S, dado que sin la mencionada transacción, el equipo habría quebrado holgadamente la barrera de 46 millones marcada en citado trienio. 

El Sheffield se defiende de la acusación alegando que le hicieron saber al antiguo jefe ejecutivo de la EFL, Shaun Harvey, que estaban en negociaciones para vender Hillsborough y éste les dio su aprobación, a pesar de encontrarse fuera de plazo. Un portavoz de la propia EFL informó que había claras pruebas de conducta inapropiada por parte del Wednesday, las cuales llevarían a una sanción ejemplar: los de Yorkshire se enfrentarían a una deducción de 21 puntos, e incluso al descenso administrativo, si llegasen a demostrarse todas las irregularidades mencionadas.

Garry Monk, entrenador de 'los búhos', tiene una difícil papeleta con todas las dudas que rodean al futuro del equipo.
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Garry Monk, entrenador de 'los búhos', tiene una difícil papeleta con todas las dudas que rodean al futuro del equipo.PAUL CHILDSAction Images

Utilizados para dar ejemplo

El propio se defendió en un comunicado: "El Club ha informado a la EFL que los cargos son ilegales y negados por el Club. (...) El Club tiene en su posesión numerosos emails, cartas y otros documentos en los que la EFL autorizó la transacción, y en las cuales el club entendió que podría apoyarse".

Casos como el aquí expuesto no son novedad en el fútbol británico. El Derby County, el Aston Villa o el Reading han toreado a la ley con las respectivas ventas de sus estadios a sus dueños. No obstante, uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el conjunto inglés es que el posible nuevo jefe ejecutivo de la EFL, Rick Parry, quiere ser mucho más duro que se predecesor, Shaun Harvey, con casos como el aquí expuesto, según informa el taboide británico. 

En lo que respecta al plano deportivo, el Sheffield Wednesday se encuentra en la novena posición liguera con 29 puntos en 19 partidos, a dos puntos del sexto, el Preston, que marca la zona de playoff. Aunque de concretarse las acusaciones de la EFL, su lucha por volver a la Premier League se convertirá en una auténtica quimera a medio plazo.