El derbi guipuzcoano de la reacción en Donostia
Los dos equipos comparecen buscando una esperada reacción después de sufrir un pequeño frenazo en sus aspiraciones en las últimas jornadas.
EI derbi guipuzcoano esconde detrás una necesarias y esperada reacción de dos equipos que comparecen después de sufrir un pequeño frenazo en sus aspiraciones en las últimas jornadas. Ganar en el Reale Arena supone enderezar un camino que parecía bien marcado hace unas semanas, pero que se ha torcido por algunos resultados, en cierto modo, inesperados (sigue el partido en directo en As.com).
Será la primera gran fiesta del fútbol de Gipuzkoa en el Reale Arena, pero de guateque tendrá más bien poco por lo mucho que hay en juego. Una derrota provocaría que la Real deje los puestos europeos después de diez jornadas seguidas. Pero si es el Eibar quien pierde, puede caer a descenso y eso encendería todas las alarmas. Fallar está prohibido, aunque eso es mucho hablar para los eibartarras en San Sebastián, donde no saben lo que es ganar en sus siete visitas en la máxima categoría. Pero conviene no fiarse en exceso a los donostiarras, porque esta temporada cuando mejor ha rendido el equipo de Mendilibar es cuando más exigido ha estado en la clasificación.
El otro ingrediente que hay que añadir es la intensidad, un concepto sin el cual es imposible entender el fútbol que quieren plantear tanto Imanol como Mendilibar, aunque sea con estilos antagónicos. El Eibar rehuye del balón, y cuando lo tiene su idea es tan básica como difícil de llevarla a cabo: a una banda y centro al área. La Real necesita el cuero para sentirse cómoda, aunque eso en Anoeta curiosamente no lo está logrando. Quizá la vuelta de Odegaard le permita recuperar esa brillantez en su juego que parece haberse apagado. El técnico armero tendrá que decidir cómo suplir la ausencia atrás por sanción de Arbilla. Cote y Diop, renqueantes durante la semana, han llegado a tiempo.