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VALLADOLID

La segunda unidad prueba su utilidad mientras espera la Copa

Hervías, Aguado, De Frutos o Miguel tuvieron buenos minutos ante el Gaz Metan, en el Trofeo Ciudad de Valladolid que ganó el Valladolid (1-0).

La segunda unidad prueba su utilidad mientras espera la Copa
PHOTOGENIC/PABLO REQUEJODIARIO AS

El Real Valladolid conocerá este domingo su rival para la primera eliminatoria de la Copa del Rey. A la espera de saber quién es el agraciado, que será un rival de Segunda B o Tercera, varios de los menos habituales en los planes de Sergio dejaron buenas sensaciones en los minutos de los que dispusieron ante el Gaz Metan en el Trofeo Ciudad de Valladolid.

No hubo ninguno que descollara con una actuación excesivamente relevante, pero la prueba sirvió para incrementar su participación en una prueba más competitiva que un entrenamiento. Así, Pablo Hervías y De Frutos, que pelean por tener un mayor protagonismo en el extremo derecho que ocupa Óscar Plano, crearon diferentes situaciones de peligro; el riojano, en la primera mitad, y el segoviano, en la segunda.

Hervías fue el asistente de Toni Villa en el solitario gol del partido, en una buena acción en la que apareció por dentro. Por su parte, De Frutos demostró ser un extremo a la antigua usanza, de los que apuran línea de fondo y buscan el centro con dirección al área. Después de no jugar apenas durante el primer tramo, estimuló en su debut.

Aguado todavía no se ha estrenado en partido oficial debido a la elevada competencia existente en la posición de mediocentro. Tomó algún que otro riesgo en varias conducciones y en ocasiones amasó demasiado el cuero, pero mostró buena voluntad, como los jugadores del Promesas que actuaron en el segundo periodo. Mención especial merece Miguel de la Fuente, que con un eslalon interior se ganó la ovación del público, aunque no pudo coronar su actuación con un gol.

El tudelano fue más activo que un Stiven Plaza que demostró que, con espacios, podría ser peligroso a pesar de no provocar situaciones reales de peligro ante los rumanos. Sí lo hizo Sandro, a quien a buen seguro el parón le valdrá para seguir apurando su estado de forma de cara a ser importante, como se prevé que sea, cuando se retome la competición. En puridad, no forma parte de esa segunda unidad que espera más oportunidades para demostrar que su participación puede ser mayor que la de algunos de los citados hasta la fecha.