Wass pasa de comodín a indiscutible en sólo un año

Sin ruido, sin adornos, sin llamar la atención. Ese es Daniel Wass. El danés, afianzado en el Valencia desde que aterrizó, estuvo en el centro de las miradas por primera vez esta temporada el pasado sábado, algo extraño para él, cuando anotó el primer tanto de su equipo ante el Granada. Sin embargo, durante estos 17 primeros partidos ha sido una pieza clave para la plantilla. De hecho, desde que inició la campaña solo se ha perdido 90 minutos.

Su utilización sobre el terreno de juego no es una novedad. Wass se afianzó en el equipo como titular a lo largo del curso pasado y concluyó el mismo disputando desde el once los últimos ocho encuentros seguidos, incluyendo la final de Copa.

Wass es una necesidad. El internacional siempre está ahí cuando se le necesita y apenas se pierde partidos. De hecho, no ha faltado a ni un solo encuentro por lesión desde que aterrizó en Valencia el año pasado. Además, solamente ha visto una cartulina roja en toda su carrera futbolística. A ello le acompaña que en los 66 encuentros que ha disputado con la elástica che únicamente ha visto 9 amarillas, o lo que es lo mismo, una tarjeta cada siete partidos, muy poco para un defensa habitual.

La necesidad es la que le ha llevado a ser un fijo en la defensa. Con la baja de Piccini y el rendimiento de un Correia al que Jaume Costa adelanta en la rotación por una posición que ni es la suya, su estancia en el lateral parece una evidencia. Sin ir más lejos, este curso ha disputado 14 de los 16 partidos que ha jugado en ese lugar, solo uno en el interior derecho y debutó en el medio esta temporada el pasado sábado. Lo curioso es que el año pasado a estas alturas ya había participado en cuatro posiciones distintas: interior izquierdo, mediocentro, interior derecho y lateral derecho. Pero el futbolista no solo es un comodín, sino que se ha ganado jugar también cuando están todos disponibles. Prueba de ello es que, a principio de curso, con todos los futbolistas aptos, inició en el once tanto con Marcelino como con Celades, aunque con este último las lesiones ya habían causado estragos.

Sin vítores ni flores, el valencianista logró frente al Granada que nadie echara en falta al lesionado Kondogbia. Y lleva haciendo lo propio desde que Piccini se lesionó hace meses. La necesidad y el mérito han hecho de él un indiscutible para Celades, que solo le ha dado descanso en un partido. Es el tercer jugador más empleado, acumulando más de 400 minutos más que el año pasado a estas alturas.