La encrucijada de Vinicius
El fulgurante ascenso de Rodrygo y la mejora de Hazard le restan espacio al brasileño, que aun así no contempla irse cedido para asegurarse minutos.
El 'hat-trick' de Rodrygo al Galatasaray el pasado miércoles es una bendición para el Real Madrid, que encuentra en el brasileño a un potencial jugador franquicia de cara al futuro, sobre el que edificar el porvenir junto a otros jóvenes que ya están en la Casa Blanca o que pretende incorporar (Mbappé, al frente de todos los demás). Pero se trata de una bendición no exenta de efectos secundarios para otros miembros de la plantilla, y en concreto para uno muy cercano a Rodrygo como es Vinicius, su amigo de las categorías inferiores brasileñas (y de la Absoluta, aunque no han coincidido: Vinicius fue convocado en el parón se septiembre y Rodrygo lo ha sido en el que arranca a partir del próximo lunes).
La irrupción de Rodrygo le resta espacio a Vini, que ya tenía suficientes complicaciones con el aterrizaje en el Real Madrid de Hazard. Zidane ya lo dejó claro tras la goleada al Leganés en el Bernabéu: "Vinicius cuenta como los demás. Lo que hay que pensar es que a lo mejor el año pasado no estaba Hazard. Ahora está Hazard en su sitio. Él debe seguir trabajando. Seguiré contando con él". Traducido: Vinicius sólo jugará en su perfil bueno, la izquierda, los partidos en los que descanse el belga. Le conviene aprovechar esas oportunidades, lo que tampoco ha venido haciendo del todo: en Mallorca fue titular y dejó incontable desbordes, pero falló en la definición, su talón de Aquiles, y el Madrid cayó derrotado.
Así pues, Vinicius debe buscar en la derecha los minutos que, parece, no encontrará en la izquierda. En ese costado la competencia parecía mucho más abierta, con Bale partiendo con ventaja pero con posibilidades de ser superado por los Lucas, Vinicius, Rodrygo, incluso James... Pero ahí ha brotado Rodrygo, con mayor capacidad para adaptarse al puesto y, sobre todo, con mucho mejor manejo a la hora de definir las jugadas. Sus cinco goles en apenas 370 minutos (uno cada 74') son la mejor prueba de ello. Zidane ya tiene decidido que, ahora mismo, su tridente de ataque es el formado por Rodrygo, Benzema y Hazard.
Y Vinicius ya empieza a notar los mencionados efectos secundarios de la fulgurante aparición de su compatriota y amigo. Se ha quedado fuera de dos de las tres últimas convocatorias y no es titular desde el 19 de octubre, en Mallorca. Ha jugado 430 minutos de los 1.350' que lleva el Madrid disputados, el 32%. Ha participado en diez partidos, pero sus cifras le perjudican: sólo un gol y una asistencia. Y ante esta encrucijada se enfrenta Vinicius, que no quiere abandonar el Real Madrid en invierno con una cesión que le garantice más minutos, pero que está viendo muestras evidentes de que le va a costar ser tan importante como lo fue el curso pasado.
Los rumores que llegaban desde Valladolid hablaban de que Ronaldo, presidente y accionista mayoritario del club pucelano, pretendía solicitar en enero la cesión de Rodrygo ante los pocos minutos que tuvo en las primeras jornadas. Pero el panorama ha rotado clarísimamente y también podría hacerlo el deseo del exdelantero, que ya se interesó en el pasado por Vinicius. El problema está en que el jugador no contempla una salida, convencido como está en sus posibilidades de darle la vuelta a la situación. Quedan menos de dos meses para que abra el mercado de invierno y de lo que pase en este tiempo dependerá si la opinión de Vinicius ha cambiado o no.