UNA EFEMÉRIDE QUE MARCÓ LA HISTORIA
El Muro sobrevive en la Bundesliga
Treinta años después de su caída sólo tres equipos de la ex-RDA juegan en la Primera y Segunda alemana. Kroos, Sammer y Ballack son de los pocos referentes nacidos en el territorio este.
La Alemania reconciliada tiene la misma edad que Toni Kroos. Mañana hará 30 años, el 9 de noviembre de 1989, que el pueblo alemán decidió tirar un Muro que simbolizaba las secuelas del pasado para mirar hacia adelante, hacia un futuro común. 56 días después, el hoy jugador del Real Madrid vio la luz del mundo en Greisfwald, una localidad de 60.000 habitantes situada en el territorio de la antigua República Democrática Alemana. Kroos no la sufrió. No fue víctima de los espionajes de la Stasi, órgano de inteligencia de la RDA que tenía sus orejas en las paredes de todos. No pasó miedo por pensar de manera diferente a un estado opresor que encarcelaba a los que no compartían su ideología comunista. Toni simplemente se dedicó a jugar al fútbol. En Rostock, Múnich, Leverkusen y en Madrid. Donde él pudo y quiso, algo que miles de futbolistas a la sombra del Muro no pudieron.
En la RDA, los futbolistas no fichaban por un equipo. La cúpula del SED, el Partido Socialista Unificado en Alemania, los delegaba de un lado a otro, dependiendo del camarada del club que le cayera mejor. El sueldo no daba para coches de lujo como en el Oeste, lo que importaba eran la hoz y el martillo en la camiseta. "A los futbolistas no les quedaba otra que buscar trabajo después de la carrera", recuerda Andreas Thom en una entrevista concedida a la revista 11Freunde. Thom fue el primer jugador del Este que fichó por un club de la Bundesliga después de la caída del Muro de Berlín. Recaló en el Bayer Leverkusen, donde Reiner Calmund, su mánager, fue el primero al que se le encendió la bombilla. Había mucho talento en el Este. "Tan solo tenía que servirme", explica. Y así lo hizo.
Para los clubes de la Bundesliga, aquel 9 de noviembre supuso el pistoletazo de salida para unas rebajas nunca vistas en la historia del fútbol contemporáneo. Mientras los ossis, los ciudadanos del Este, daban sus primeros tímidos pasos en una Alemania desconocida y a la vez intimidante, los wessis en las plantas nobles de los clubes del Oeste comenzaron a ir, talonario en mano, a por las joyas más prestigiosas de la antigua RDA. Matthias Sammer, Ulf Kirsten y Thomas Doll fueron las caras de la primera generación que cruzó una frontera ya inexistente e inició la unificación futbolística en Alemania, coronándola en la selección. "Una siempre peleaba por los títulos, la otra se quedaba a las puertas de los grandes campeonatos", recuerda Kirsten, 49 veces internacional con la RDA y 51 con la República Federal Alemana. Tan solo Sammer (23/51) se acerca al reparto del exgoleador del Leverkusen.
Hoy, 30 años después, el fútbol en el Este de Alemania sigue a la sombra del Oeste. Tan sólo 38 jugadores nacidos en el territorio de la antigua RDA, entre los que destacan Sammer, Kroos y Michael Ballack como los más laureados, vistieron la camiseta de la selección alemana. A nivel de clubes la cosa pinta igual. De los 36 conjuntos de la Bundesliga y la Bundesliga 2, sólo tres son de la exRDA: Unión Berlín en primera, Dynamo Dresden y Erzgebirge Aue en segunda. Además, a día de hoy, la academia del emergente Leipzig, fundado después de la caída del Muro y subvencionado por la multinacional de las bebidas energéticas Red Bull, es la única esperanza de una región que sigue perdiendo a sus escasas promesas año tras año a los gigantes del Oeste. El reciente ascenso del Unión, conjunto que sirvió como refugio para alternativos y disidentes durante la RDA, es un pequeño paso hacia adelante, pero lo cierto es que el Muro parece haber sobrevivido en el fútbol alemán.
Mientras que el Este de Alemania, poco a poco, tuvo que adaptarse a estructuras sociopolíticas y deportivas nuevas tras la caída del Muro, sus antiguos vecinos fueron en masa a por sus mejores jugadores y dificultaron considerablemente el devenir de las nuevas generaciones en el Este. "No sé lo que hacen mal", dice el exseleccionador nacional sobre una cantera que tan sólo ha formado a un internacional que haya nacido después de la unificación, que finalmente se llevó a cabo el 3 de octubre de 1990: Maximilian Arnold, de Dresden. Kroos nació antes, pero es la excepción. El niño prodigo de Greifswald ha ganado cuatro Champions y es el único ossi que ha levantado la Copa del Mundo. Fue la cuarta para Alemania. Pero la primera de todos los alemanes.
Una exigua minoría del Este
Tan sólo hay cuatro equipos del antiguo territorio de la RDA que participen en la Bundesliga 1 y 2, la Primera y Segunda División de Alemania: Unión Berlín, Leipzig, Dresde y Erzgerbirge Aue. Los dos conjuntos berlineses y el de la Red Bull juegan en la máxima categoría, pero, de estos, sólo el Unión se considera un equipo de la antigua Alemania del Este. El Hertha, el otro equipo de la capital, siempre formó parte de la Berlín que pertenecía a la RFA mientras que el Leipzig es un equipo reciente, fundado en 2009. Los otros 15 equipos de la Bundesliga 1 son del territorio del Oeste mientras que en Segunda, son 16 los clubes wessis.