"Tenían que cortarme una pierna para que no jugara aquel derbi"
El jugador santanderino forzó en el último partido ante el Sevilla, en Nervión, y eso le ha costado meses de volver a ser el que era.
Lesionado en la jornada 31ª de la temporada pasada, en Villarreal, de un tobillo, Sergio Canales forzó para reaparecer nueve días después en el partido crucial ante el Sevilla y el santanderino lo ha estado pagando hasta casi estas últimas semanas, cuando por fin ha vuelto a ser aquel futbolista total, decisivo, que llegó hasta la Selección española. Canales cayó en La Cerámica (fue sustituido en el 67’), colgó la foto de su articulación enmorecida y fue duda hasta horas antes del envite ante los nervionenses, en el que el Betis perdió casi por completo toda opción de ser europeo. Forzó, pero sirvió para bien poco.
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No estuvo contra el Valencia de hecho en la siguiente jornada y aunque volvería a jugar al límite ante Levante y Espanyol, siempre sustituido en las segundas partes porque no podía más, el Betis se quedó fuera de toda posibilidad europea. El santanderino sabe que aquello le costó sufrir secuelas pero no se arrepiente: "Tenían que cortarme una pierna para que no jugara aquel encuentro. No me arrepiento de haber disputado el derbi ni tampoco de jugar otros partidos después que es verdad que me costaron mucho y que quizá me perjudicaron".
"He estado durante buena parte del verano recuperándome y poniéndome a punto aunque luego ha sido complicado", sigue el cántabro, que tuvo más de una recaída de su lesión y ha sufrido alguna otra y que hace algunas jornadas se reencontró a sí mismo. El domingo que viene, tras brillar contra Celta, Granada y Real Madrid, se volverá a ver al mejor Canales. Esta vez, sin tener que forzar, y con la esperanza de volver a mostrarse como uno de los líderes de este Betis.