El Manchester City tropieza y aplaza su clasificación
El equipo de Guardiola pagó las rotaciones y la situación del grupo. Gabriel Jesús falló un penalti. Kyle Walker jugó 10 minutos de portero por la expulsión de Bravo.
Cuando el Manchester City juega bien, ya se sabe que no hay nadie que se le asemeje. Para que juegue bien necesita, como si de una película de ciencia ficción se tratara, que sus jugadores adivinen varias opciones de pase o se adelanten al movimiento del rival: me los imagino con una pantalla en sus pupilas anunciando las posibilidades y recordándoles dónde deben dirigirse tras un pase suyo o del contrario. A veces un accidente puede partir el cristal de esa pantalla o el rival consigue romperle el ritmo y el equipo deja de ser aseado.
En la primera mitad dominó mucho y bien el City, y el bonito gol de Sterling, su quinto tanto en cuatro partidos, hacía justicia a lo que se estaba viendo. Después de tal empacho de buen fútbol, tocó fútbol del otro. Se produjo un penalty a Sterling que el VAR convirtió en falta fuera del área y de la falta salió una mano de Ilicic que el VAR dio pena máxima, fallada finalmente por Gabriel Jesús. Con la interrupción y el descanso, el Atalanta tiró de emoción y acabó empatando. Y el final se llenó de drama. Claudio Bravo, que había sustituido al lesionado Ederson al descanso, fue expulsado y Kyle Walker salió al campo a hacer de portero aunque en los doce minutos que jugó solo tocó dos balones.