El otro tridente del Cholo

Ampliar

No quiere dolores de cabeza el Cholo y, aunque su equipo avance a trompicones, o de empate en empate, en Europa el paso es más firme. Ganar hoy es clasificarse para octavos de esta Champions. Ya, tan fácil, en el cuarto partido y sin finales en noviembre. Si la Juve, que juega a las 18:55, gana al Lokomotiv y el Atlético gana al Leverkusen lo será, además, de manera matemática. Pero, eso, hay que ganar al equipo de Bosz. En el Metropolitano lo logró sólo por 1-0 con gol de Morata a 12 minutos del final.

Aunque aquel Leverkusen de hace 15 días no es el mismo. Ha ganado sólo uno de sus últimos siete partidos y peligra hasta Bosz. En Champions la historia no es mejor. Las cifras caen sobre el Leverkusen: ha perdido todos sus partidos (3) y sólo ha marcado un gol. En la zozobra muchos señalados.

Wendell y Bailey por ejemplo. El primero por “resbalarse tanto”, según el director deportivo, el segundo por la roja “estúpida” que vio el sábado ante el Gladbach después de mes y medio sin jugar. Muchos problemas y sólo dos tablas a las que agarrase para sacar la cabeza y seguir respirando: el talento de Havertz y alinear de inicio ante el Atleti a tres centrales, a ver si rasca algo. Bosz sabe. A Simeone eso se le atraganta.

El plan de Simeone

Un día lluvioso y frío recibió al Atlético en Alemania. Sin João Félix, Giménez y Savic, lesionados, pero sí un plan: a falta de un tridente, otro. Y el otro del Cholo incluye una punta con Morata y Costa, que vuelven a jugar juntos de inicio 18 días después. No lo hacían desde ante el Valencia, alternando uno y otro con Correa. Un Correa que se mantendrá, merecidísimo, si Morata es el gol, el argentino es el juego entrelíneas y las asistencias. Se ha convertido en otro fijo, como Thomas, Saúl y Koke. Atrás volverá Arias, el lateral de los partidos entre semana, y lo que tiene el Cholo: Felipe, Hermoso y Lodi, los dos últimos cada vez con más cuajo.

La última vez de un español en el BayArena fue en octavos 16-17. El Atleti: ganó 2-4. Saúl, que allí había recibido el golpe en el riñón que le hizo orinar sangre meses, en el 17’ se besaba el tatuaje en su muñeca tras una rosca que abría el marcador. “La fuerza no proviene de la capacidad corporal sino de la voluntad del alma”. Hoy también. Voluntad toda. Y que el partido dure 90’ y no como los últimos, sólo 45.