Nápoles y Atalanta firman un empate con polémica
Los sureños pidieron un penalti y, durante sus protestas, los visitantes marcaron el 2-2 con Ilicic. Maksimovic, Toloi y Milik marcaron los otros tantos.
Nápoles y Atalanta empataron a dos en el San Paolo, regalando el partido espectacular que se esperaba: no faltaron goles, grandes jugadas y una gran polémica en los últimos minutos. Los de Ancelotti, tras el decepcionante 1-1 con el SPAL, tuvieron un arranque de partido casi perfecto: la única mala noticia fue la lesión de Allan nada más empezar, por un esguince de rodilla que asustó al San Paolo.
Los sureños bombardearon el área rival: Callejón, tras haber desperdiciado un mano a mano, se reivindicó con un precioso centro que recibió Maksimovic para el testarazo del 1-0, tras una gran jugada de Insigne. El Nápoles hizo méritos para el 2-0, que tuvo a pocos centímetros con un cabezazo de Milik, que se topó con el poste a puerta vacía después de un remate de Fabián.
Los napolitanos, ahí, empezaron a darle campo al Atalanta, esperando sus pérdidas para hacer daño con el contragolpe y las llegadas de Lozano. La ‘Dea’, no obstante, creció, y puso las tablas con Freuler, que combinó con Toloi y aprovechó una cantada del joven meta Meret.
Los azzurri, tras una ocasión de Pasalic, volvieron a empujar en la segunda mitad: una rosca de Insigne rozó la escuadra y Milik remató otra vez a la madera, en este caso con un lanzamiento de falta. El polaco, poco después, recibió una genialidad de Fabián, que con una vaselina le puso solo ante Gollini: el punta lo regateó y firmó el 2-1 con su cuarta diana en los últimos tres partidos.
Los técnicos renovaron sus delanteras para el tramo final: Gasperini puso a Muriel y Ancelotti a Llorente, y justo el riojano protagonizó la jugada más polémica del partido. Kjaer le tumbó tras un centro de Mertens, y mientas los sureños pedían penalti los nerazzurri empataron con un contragolpe finalizado por Ilicic a pase de Toloi.
Los partenopei siguieron reclamando durante al menos cinco minutos, con Ancelotti que acabó expulsado, pero el VAR confirmó la decisión del trencilla y no concedió la pena máxima. En el larguísimo descuento (ocho minutos) el marcador no volvió a moverse: los de Bérgamo conservaron su tercer puesto, mientras que el Nápoles, enfurecido, sigue alejándose de la cima.