Catena: "Siempre me tiró el Rayo, iba a Vallecas con 14 años"

—Acaba de cumplir 25 años en un momento dulce: se ha asentado en el once.
—Tenía muchas expectativas puestas en este año. Estoy trabajando y aprovechando cada minuto. Ahora me encuentro en un buen momento, llevo dos goles en las tres últimas jornadas, la pena es que perdimos ante la Ponferradina.

—¿Y qué lectura hacen de esa derrota?
—Nos penalizaron mucho nuestros errores, ellos los aprovecharon, y también nos faltó acierto, pese a generar.

—Sin duda, la peor noticia fue la lesión de Bebé…
—Eso siempre es un contratiempo y, si es de larga duración, más todavía. Le deseo que vuelva cuanto antes, le estaremos esperando.

—En este Rayo el gol es coral: si no marcan los de arriba, marcan los de abajo.
—Que metan los delanteros es mejor porque les da confianza. Eso sí, mientras el Rayo marque, bienvenido sea el gol de quien sea.

—Usted está en racha...
—No se me está dando mal. El día del Tenerife sirvió porque ganamos. El de la Ponfe nos metió en el partido, pero no nos dio puntos. A ver si puedo seguir aportando en esa faceta.

—Se ha asentado en el eje de la zaga con Saveljich.
—Cuando he jugado con él, Milic o Martín, nos hemos entendido muy bien y me encuentro a gusto con ellos.

—Su fuerte es el juego aéreo.
—Por mi posición y mis características (mide 1,94) es algo en lo que me siento cómodo.

—A pesar de la derrota, el Rayo sigue en playoff…
—El objetivo es el ascenso. Se ha hecho un gran equipo en todas las posiciones. La Segunda es larga y todavía queda mucho, pero aun perdiendo seguimos ahí. No estamos donde nos gustaría, queremos escalar más, pero el Rayo estará arriba a final de temporada.

—De pequeño iba a Vallecas.
—Tengo muchos amigos en Móstoles a los que les gustaba el Rayo e íbamos a verle con 14 años. A mí me ha tirado siempre. Cuando vine a jugar no era la primera vez que pisaba Vallecas y vivía ese ambiente. Sentirlo desde dentro es más bonito.

—Hábleme de ese proceso hasta la élite: Móstoles, Navalcarnero…
—Lo he vivido con la mayor normalidad posible, sabiendo que no es normal. Mi trayectoria no es muy típica y la he disfrutado mucho. Pasar por clubes modestos me ha hecho vivir experiencias muy enriquecedoras. He estado en la cantera del Móstoles, pasé por el Navalcarnero… y lo digo orgulloso.

—También pasó por el Marbella, el único…
—¡Invicto! Os lo he leído. Sigo al equipo porque aún conservo amigos allí. También les pasó eso hace un par de temporadas, fueron a hacerle reportajes y esa misma semana cayeron. Ojalá no se repita.

—Más difícil fue lo del Reus.
—Hubo muchos problemas a nivel institucional allí, de pagos y de todo tipo. Nos pillaba en medio y no podíamos hacer nada. Lo bueno es que el ambiente entre los trabajadores del club y el vestuario era muy sano, nos apoyábamos unos a otros.

—Usted ha estudiado Economía, por lo que era más consciente de la situación.
—Lo intentas enfocar desde otro prisma, pero hay cosas que se escapan al entendimiento y cuesta asimilar. A veces era mejor evadirse y ya está.

—¿Qué importancia tuvo Míchel II en su carrera?
—Influyó mucho. Fue mi entrenador en benjamines en Móstoles y luego, en el primer equipo. Tenemos una gran amistad y marcó mi trayectoria. Pasé de un Míchel a otro en pocos años.

—Ahora se ha ganado la confianza de Paco.
—Se desvive por el grupo. Nos pide que nos esforcemos y entrenemos bien, es su único requisito para estar con nosotros.

—El día mundial contra el cáncer de mama decidió contar la historia de su hermana…
—Debemos ser personas antes que futbolistas. Todos tenemos nuestros problemas fuera de aquí. Me está tocando vivir esto de cerca con mi hermana, quien por suerte y por su empeño, se encuentra muy bien. Ellas nos dan lecciones día a día.