"El Ali Sami Yen da más miedo escénico que el Bernabéu"
El camerunés, que estuvo dos años en el Fenerbahçe y conoce muy bien a Galatasaray y Madrid, analiza en AS un duelo clave para los de Zidane en Champions.
Tras hacerse un nombre en España en el Espanyol y en el mítico EuroMálaga, Carlos Kameni (Camerún, 35 años) se fue con sus paradas a Turquía. En el Fernerbahçe no tuvo el protagonismo deseado, y por eso se le hicieron duras sus dos temporadas allí, pero conoce de primera mano al Madrid y al Galatasaray, de los que habla para AS antes de un partido vital para ambos (martes, 21:00 horas, Movistar Liga de Campeones).
Jugó en la 2017-18 en casa del Galatasaray, con 0-0. ¿Lo recuerda?
Sí, era mi primer Clásico, y un clásico allí es increíble. Hubo una expectación tremenda durante toda la semana, se paralizó la ciudad. El Ali Sami Yen es un campo que aprieta mucho.
Ha vivido las rivalidades Málaga-Sevilla o Espanyol-Barcelona. ¿Es comparable?
No, es incomparable. Se parece más a un Boca-River, partidos a muerte: parece que el que gane no morirá nunca. Son muy fuertes.
¿Cómo describiría a la afición del Galatasaray?
Muy intensa. Van al límite, son capaces de parar el partido en el 1' por un córner.
¿Cómo?
Empiezan a tirarle objetos al lanzador hasta que el árbitro actúa.
¿Se llega a pasar miedo?
No, es mi trabajo. Pero cuando hay algo en juego, son partidos que se vuelven muy peligrosos. El año pasado se formó una tangana en el Galatasaray-Fenerbahçe que acabó con sanciones de ocho a diez jornadas.
¿Da más miedo escénico el Bernabéu o el Ali Sami Yen?
El del Galatasaray. Impone más que el Bernabéu. Son distintos, pero a la vez escenarios grandes donde el futbolista se tiene que sentir a gusto.
¿Cómo es posible aislarse de eso?
Los jugadores del Madrid saben cómo manejarlo, es una plantilla top.
¿Se tienen que preocupar más por lo futbolístico o por el ambiente?
Del equipo. El ambiente empuja, pero los aficionados no bajan al césped.
El Galatasaray pasó en 2011 del Ali Sami Yen al Türk Telekom Arena, que en Champions mantiene su antigua denominación. ¿Perdió o ganó con el cambio?
Perdió un poco porque el otro era más pequeño y estaba en el centro de la ciudad, se notaba más la presión. Es como el antiguo San Mamés, La Catedral, y el nuevo.
Es un Galatasaray ‘muy español’: Feghouli, Nzonzi, Falcao, Babel, Andone…
Sí, sí, sí. Han fichado bien, se han reforzado con calidad y experiencia. Se vio contra el PSG (0-1). Pueden hacer daño. Si el Madrid sale relajado, que normalmente no debería, le puede pasar factura.
Antes hablábamos del Clásico. Ahí va otro: Muslera.
Lleva más de diez años allí y antes ya hizo muchas cosas en la Lazio. Es muy buen portero, lleva mucho con la presión de Uruguay. Es también capitán y aporta mucho.
¿Entiende las críticas al Madrid?
Siempre hay, y más hablando del Madrid. No podemos vivir sin ellas. Si son constructivas, siempre se aprende.
¿Qué le parece la situación en la portería?
Conozco a Courtois y Areola, y son buenos porteros, pero no hay porterías sencillas, y menos la del Madrid, que impone mucho. Vienen de Keylor, que ha hecho años espectaculares con tres Champions. Para los que llegan después no debe de ser nada fácil. Courtois ha demostrado que es un buen portero en el Atleti y en el Chelsea, e incluso en el Madrid. Espero que pueda despegar.
¿Se recuperará bien de las críticas?
Sí. No estamos hablando de un niño, sino de Courtois, un portero top asentado. Todos los días no van a ser bonitos: en cuanto van mal las cosas, tienes que tener capacidad para aguantar.
Le tiraron 31 veces (9 a puerta) en el Madrid 0-0 Málaga de la 2015-16. ¿Fue su mejor partido?
Fue uno de los mejores, sí. Desafié a esos monstruos del fútbol en un estadio en el que si te luces tiene mucha más repercusión.
Estuvo cerca del Mallorca en verano. ¿Vio con algo de nostalgia la visita del Madrid el sábado?
Estoy en Málaga trabajando cada día con un entrenador de porteros y me siento muy bien físicamente. Moralmente no es nada fácil estar sin equipo, pero sé que de un momento a otro puedo encontrarlo, volver a disfrutar del trabajo diario y sentirme de nuevo futbolista. Vi el partido como un aficionado normal.
Se vinculó su nombre al Madrid cuando se fue Keylor. ¿Hubo algo?
Soné en los medios, pero no me llamaron. Hubiera ido encantado.