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GRUPO F | SUECIA - ESPAÑA

Virtudes y defectos de Suecia

Holanda e Italia no acudieron a Rusia porque chocaron contra el muro de Andersson. Y aunque con Quaison, Olsson e Isak se vislumbra una mayor apuesta por la calidad, las líneas maestras suecas no han cambiado.

Robin Quaison, será una de las bazas de Suecia ante España.
MB MediaGetty Images

Vienen de un Mundial mejor que España. Aunque no conquistaron al público neutral por su propuesta, basada en el orden y el físico, los suecos alcanzaron en Rusia 2018 los cuartos de final superando un grupo en el que se quedó fuera la campeona Alemania. Antes habían echado a Italia en la repesca y a Holanda en la fase de clasificación. Se especializaron, pues, en frustrar a conjuntos superiores técnicamente mediante planteamientos conservadores. Ante España es lógico pensar que se comportarán de manera similar.

Janne Andersson, especialista desafiando pronósticos. Asumió el cargo de seleccionador tras la mala Euro 2016 de su país. Lo eligieron como sucesor de Hamrén porque acababa de ganar la liga sueca con el Norrköping, un equipo que llevaba 26 años sin proclamarse campeón.

Una estructura táctica similar a la de Noruega. La única diferencia es que Suecia alterna menos con el 4-2-3-1 y se mantiene fiel prácticamente siempre al 4-4-2. Por lo demás, hay muchos paralelismos: los centrocampistas de banda, Forsberg y Sebastian Larsson, tienden al juego interior; los laterales son los que realmente profundizan y buscan tirar centros; cuando el partido se complica, se multiplican las referencias en ataque y se las busca permanentemente en largo.

Olsson juega cuando hay que proponer. Formado en la cantera del Arsenal en la época de Wenger, Kris Olsson es un centrocampista de toque cuyas características contrastan con las líneas maestras de la idea de juego de su seleccionador. Sin embargo, Janne Andersson ha decidido utilizarlo en esta fase de clasificación y se ha convertido en una de las grandes novedades con respecto al Mundial. De los siete partidos que llevamos, ha sido titular en seis: en todos menos en el de ida frente a España. Que salga o no de inicio en Solna marcará el grado de atrevimiento de su técnico.

Centrales con poca cintura. Andreas Granqvist es el líder espiritual del equipo. A sus 34 años ha regresado a su país, y lo hizo firmando por el equipo de su ciudad, el Helsingborg, pese a que estaba en Segunda División. Logró el ascenso y ahora juega en Primera. Suecia siempre le busca en las acciones de estrategia porque por arriba es casi insuperable. Tiene muchas más dificultades para proteger su espalda o para aguantar si se le reta con habilidad en el uno contra uno. Esa debilidad la comparte con cualquier central que le acompañe en el eje de la zaga. Incluso Lindelof, que está en el Manchester United y es menos lento, está viviendo un inicio de temporada muy complicado.

Isak es el revulsivo. El joven talento de la Real Sociedad tiene en la selección el mismo papel que en el conjunto donostiarra: suele ser el primer cambio en ataque. Lleva tres goles en esta fase.

Quaison, con él, Suecia gana movilidad

Es complicado elegir a una figura en un conjunto como Suecia, que presenta como mayor virtud su solidez como bloque compacto. Sin embargo, tanto por sus números en esta fase de clasificación como por la mayor movilidad que ha aportado al juego colectivo, Quaison merece ser destacado. Autor de cuatro goles y dos asistencias, este atacante de padre ghanés y que milita en el Mainz alemán representa un cambio de perfil con respecto a Toivonen, que era el titular en el Mundial: se asocia más con el centro del campo y cae a los costados con mayor asiduidad.