GRUPO E | LIVERPOOL - RB SALZBURGO
El campeón de Europa se refugia en Anfield para puntuar
El Salzburgo llega con la duda de su nueva estrella Haaland, quien marcó un hat trick en la primera jornada con 19 años.
El campeón de la Champions regresa a Anfield y se enfrenta a una pequeña copia de su estilo, un RB Salzburg que no sólo marcó seis tantos en el primer partido del grupo ante el Genk, sino que además lleva 40 goles en tan sólo nueve partidos de liga (o 55 tantos en 12 partidos en todas las competiciones en las que ha participado). A su entrenador norteamericano, Jesse Marsch, le gusta atacar, jugar con intensidad alta y velocidad. Y hoy se encuentra con un Liverpool que lo ha ganado todo en la liga, pero al que se le vieron las costuras ante el Nápoles (derrota por 2-0) y también ante el Sheffield United: los delanteros parecen cansados, al equipo le falta chispa. Y hasta aquí la previa con números.
Como del Liverpool se conoce prácticamente todo, hablemos de un jugador que igual, por problemas físicos, no juega. Pero que si lo hace hay que seguirle. El RB Salzburg tiene un delantero de 19 años, Erling Haaland, que marcó un hat-trick en su debut en la competición ante el Genk y merece su atención. Noruego, alto (1.91 metros), no es un rematador natural pero mejoró por su deseo de aprender, según Ole Gunnar Solskjaer, uno de los entrenadores que le ayudó a crecer y al que le dedicó muchas horas de entrenamiento cuando dirigía al Molde. Solskjaer no puede presumir de esa frialdad con la que encara la portería contraria, eso es natural.
Ficha y posibles onces titulares
Como se ve cuando contesta las preguntas de los periodistas (a veces como monosílabos, para divertirse, siempre ignorante del escenario en el que se encuentra). Vive el fútbol sin presión: el capitán del equipo le descubrió paseando con el coche por el centro de Salzburgo el día de antes del encuentro ante el Genz. Bajó la ventana del coche y solo se oía el himno de la Champions. Nacido en Leeds donde jugaba su padre, Alf-Inge Haaland, al que Roy Keane le partió la pierna a propósito, igual ha descubierto a su lado que el fútbol no es una cosa de vida o muerte.