Ante el Zaragoza, el Oviedo mostró la cara más seria en lo que va de temporada. Se vio un equipo trabajado, conocedor de las virtudes del rival y que supo explotar las propias. Tenía enfrente a uno de los conjuntos más en forma del campeonato, tercero en la tabla y que aún no conoce la derrota. Los azules tuvieron al Zaragoza contra las cuerdas pero finalmente sin obtener el premio deseado, el de los tres puntos. Los errores defensivos volvieron a echar por tierra parte del trabajo del conjunto azul.
Esta vez fue un error llamativo de Christian Fernández en la salida del balón el que metió al Zaragoza en el partido. En la segunda parte, un inoportuno resbalón de Tejera precedió al tanto del empate definitivo. La mejora en el juego de los azules es evidente desde la llegada de Javi Rozada al banquillo, pero los números siguen siendo mejorables. Último en la clasificación, con 3 puntos sumados sobre 24 en juego, el Oviedo necesita de forma imperiosa una victoria que no le haga descolgarse de la zona más tranquila de la tabla. El campeonato acaba de empezar, pero solo las victorias permiten trabajar en un contexto de tranquilidad adecuado.
Y con ese pensamiento trabaja el conjunto carbayón en otra semana con carga extra de partidos. El Oviedo debe visitar al Tenerife y recibir al Numancia en una semana en la que todos los estamentos del club señalan como la que debe reconducir al equipo al triunfo. Rozada cuenta con toda la plantilla a su disposición con la excepción del lesionado Arribas y ha elaborado una lista de convocados de 20 nombres con la ausencia, además del citado Arribas, de Johannesson por decisión técnica. El 4-2-3-1 parece el sistema al que se agarra el joven técnico para lograr, por fin, la reacción definitiva de los suyos y alejarse de la zona conflictiva de la clasificación.