Deportivo y Mirandés miden sus angustias en Riazor

Deportivo y Mirandés no están para muchas bromas. Una sola victoria en sus casilleros, los dos equipos más goleados de la categoría y ambos en descenso. Duro panorama, aunque mucho más preocupante para los blanquiazules por presupuesto, objetivos, plantilla e historia. Por todo eso, y por jugar en un Riazor que terminó de uñas con su equipo ante el Numancia tras regalar dos goles en los últimos cinco minutos de partido con el empate como castigo.

Algo parecido le sucedió al Mirandés en la última jornada al sufrir una remontada similar del Alcorcón. La explicación de los sudores fríos de ambos, al margen del juego, está en su fragilidad defensiva. Los de Iraola han recibido 14 goles y los de Anquela, 13. La noticia positiva para los coruñeses, aunque pequeña, es que la semana pasada en Cádiz lograron dejar su portería a cero.

A esa pequeña luz se agarra un Anquela que ha vivido una difícil semana en la que se habló de injerencias en su trabajo. “En mi parcela no se mete nadie. Me ofendéis”, sentenció el viernes con vehemencia. Para confirmar la reacción, el técnico recupera a Nolaskoain tras su apendicitis. El vasco, pivote para Carmelo, jugará de central junto a Montero.

Si la vuelta de Peru es la buena noticia, la lesión de Christian Santos complica el ataque. Vuelven de golpe Borja Valle y Longo, pero ambos sin ritmo tras un mes fuera. Puede ser la oportunidad para Beto da Silva, aunque hasta ahora la participación del peruano ha sido simbólica. Enfrente estará un Mirandés que saldrá sin complejos en busca de mejorar su imagen fuera y lograr en Riazor su primer triunfo a domicilio. Duelo de angustias, duelo de necesidades.