Un Málaga en plena crisis no termina de carburar en Anduva
Pese a adelantarse, el Mirandés estuvo a punto de voltear el marcador en la recta final gracias a su mayor empuje y ambición.
Mirandés y Málaga firmaron tablas en un encuentro más movido en su segunda mitad. Sadiku puso en ventaja a los visitantes, pero Merquelanz neutralizó el tanto. El equipo blanquiazul quiso llevar el peso en los compases iniciales, aunque los hombres de Iraola no tuvieron fisuras en defensa como en anteriores encuentros. Boulharoud dispuso de las dos primeras intentonas. El jugador marroquí se inventó una acción de fantasía con varios amagos en la frontal, pero su posterior disparo se escapó desviado. Minutos después estuvo a punto de aprovechar un balón muerto en el segundo palo. Su remate tuvo el mismo destino.
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No se encontraba cómodo el cuadro local que perdía demasiados balones en zona de creación. Solo Álvaro Rey pudo desequilibrar la balanza, aunque sin suerte. Muy poco fútbol, por no decir nada, hubo en el primer tiempo. Sin embargo, todo cambió muy pronto tras el descanso. Los rojillos no acertaron a despejar un córner y Boulharoud encontró a Sadiku, libre de marca en el área. El delantero albanés picó de cabeza el cuero lejos del alcance de Limones.
Iraola movió el banquillo metiendo más pólvora arriba con la entrada de Barco. El Mirandés intentó la igualada con más corazón que cabeza. Pudo sentenciar el cuadro boquerón con un tiro a la media vuelta de Sadiku, que no encontró portería. Del posible 0-2 se pasó al tanto del empate. Marcos André comandó el contragolpe y Merquelanz ejecutó un duro disparo con pierna zurda ante el que nada pudo hacer Munir. El partido se convirtió en un precioso correcalles con llegadas para ambas escuadras. Juanpi tuvo la suya, aunque los rojillos encontraron oxígeno de donde no había. Merodearon el área andaluza en la recta final, pero el marcador ya no se movió.
