Rony Lopes firma con el Sevilla por cinco temporadas
Llega para reforzar la zona ofensiva tras el adiós de Pablo Sarabia. Se entrenará hoy y será presentado ya a las 12:00 horas.
El Sevilla sigue multiplicando sus movimientos y en la mañana de hoy hizo oficial el fichaje de Rony Lopes. Será el undécimo refuerzo del plantel de Julen Lopetegui para el próximo curso y está llamado a reemplazar a Pablo Sarabia en la zona ofensiva. A sus 23 años, tratará de confirmar las buenas sensaciones dejadas en el Mónaco hace dos cursos, cuando firmó 17 goles y dejó destellos de enorme calidad.
El Sevilla indicó que Rony Lopes se entrenará en la sesión de esta misma mañana junto a sus nuevos compañeros y será presentado de forma oficial a las 12:00 horas. Será ahí cuando Monchi pueda dar más detalles de una operación que se realiza de forma paralela al adiós de Ben Yedder al Mónaco.
Monchi no tiene aún cerrado su plantel y el adiós del ariete francés invita a que ese ataque pueda tener novedades en las próximas semanas. El Sevilla también debe emprender movimientos de salida tras confirmarse el adiós de Wöber y el de Roque Mesa en una revolución de plantel casi total.
Ideal para el estilo de juego de Lopetegui
A lo largo de su carrera como entrenador, Julen Lopetegui ha sido siempre fiel a un único sistema. El 4-3-3 que ha utilizado en las inferiores de España, Porto, Real Madrid y ahora en el Sevilla es idóneo para Rony Lopes. Hace dos temporadas, la mejor de Lopes como jugador, el Mónaco utilizó un sistema similar al que viene utilizando el actual técnico del Sevilla. Lemar y Lopes ocupaban las bandas y el portugués partía desde la derecha para trazar la diagonal hacia dentro y ofrecer líneas de pase a su mediocentro y, sobre todo, generar una especie de triángulo con el lateral que aprovechaba este movimiento para dar amplitud.
Aunque Rony Lopes jugó la mayoría de los partidos en la izquierda el curso pasado, donde mejor rinde es partiendo desde la derecha. En la izquierda, el portugués sufre mucho ante equipos que no dejan espacios, como ya se vio la temporada pasada, y en un sector en el que no podía trazar la diagonal al estar actuando a pierna natural. Si Lopetegui quiere potenciar a sus extremos, lo normal sería ver a Lucas Ocampos en la izquierda abierto y a Rony Lopes partiendo centrando su posición, tras haber iniciado la jugada en la derecha para que Jesús Navas aproveche ese arrastre del ex del Mónaco y tenga el carril exterior libre.
Otra de las causas por las que Rony Lopes no terminó de adaptarse al último Mónaco fue por la presencia de Golovin en la mediapunta. En un sistema con un mediapunta fijo, Lopes no puede hacer la diagonal hacia dentro y aprovechar su conducción acelerada pegada al pie para castigar la espalda de los mediocentros rivales. Por ello, el 4-3-3 de Lopetegui es un sistema que le viene como anillo al dedo, y no solo para lanzar transiciones, ya que Lopes ha madurado su posición a tal punto de hacer en ciertos tramos de partidos como organizador. Tiene un gran cambio de orientación y es un jugador que activa zonas débiles con diagonales en largo al lateral de la banda contraria. Principalmente le veremos conducir hacia la zona más alejada de donde venga la pelota, algo en lo que ha destacado mucho aprovechando una conducción que, sin ser tan ortodoxa como la de Bernardo Silva, combina velocidad y técnica más que potencia.
Receptor entre líneas con un giro con balón muy complicado de frenar, Rony Lopes es también un gran definidor. La potencia en el disparo tras salir del regate le ha permitido aunar grandes números en la Ligue 1. Por el contrario, es un futbolista que sufre sin espacios. Ha brillado en un equipo que no se caracterizaba por reunir grandes tramos con la posesión del balón, sino en un contexto de transiciones muy rápidas y sin pausa. Ahí es donde puede estar uno de sus defectos, pero también es cierto que ese giro con la pelota aprovechando su destacado tren inferior puede causar muchos problemas a los equipos que defiendan en zona, siempre y cuando parta a pierna cambiada.
En el aspecto defensivo, es un jugador que casa con la idea de Lopetegui de presionar muy alto la salida de balón del equipo contrario. La velocidad que tiene le vendrá muy bien al Sevilla, pues Rony Lopes ha sido de los jugadores de ataque con más robos de la Ligue 1 en las tres últimas temporadas. Eso habla muy bien de su intensidad para presionar y, sobre todo, para un equipo como el Sevilla que va a ser protagonista con la pelota, contar con Ocampos y Lopes para ejercer tareas defensivas supone un plus para un entrenador que siempre se ha caracterizado por presionar lo más arriba posible. Lopes es un extremo con un sacrificio defensivo importante, pues son constantes las ayudas a su lateral para evitar las superioridades en las bandas. Por ello, en este aspecto también gana mucho el Sevilla.
Si Rony Lopes no hubiera acumulado tantas lesiones en la última temporada, estaríamos hablando ahora de un jugador que no bajaría de los 40 millones de €. Monchi ha vuelto a aprovechar una oportunidad de mercado, ya que el portugués tiene un potencial muy alto que en Sevilla puede acabar de explotar. Si le colocan en la derecha con libertad para jugar por dentro, el Sevilla contará con un futbolista versátil, vertical y, con una calidad extraordinaria que decide partidos.
Así juega Rony Lopes
El portugués, de 23 años, se convierte en el cuarto jugador que procede de la Ligue 1 y que recala en el conjunto hispalense en el presente mercado, tras Diego Carlos, Jules Koundé y Lucas Ocampos. Zurdo, explosivo, y con una excepcional conducción pegada al pie, Rony Lopes llegó al Mónaco en 2014. Meses atrás se convirtió en el jugador más joven de la historia del Manchester City en marcar un gol, con tan solo 17 años. Siendo un futbolista con un talento innato, Rony Lopes llega a Sevilla en un momento clave de su carrera. Las lesiones le impidieron rendir a un gran nivel en el último curso, y por ello, será clave recuperar la versión que mostró hace dos temporadas para poder ser diferencial en La Liga.
Los primeros meses en Mónaco de Lopes no fueron sencillos. El equipo monegasco, que fichó en un mismo verano a dos de las mayores promesas del fútbol portugués como Bernardo Silva y el propio Lopes, decidió apostar por el primero y ceder al segundo al Lille ante el espectacular rendimiento de Bernardo en su primera temporada en Francia. Lopes, que todavía tenía problemas de físico en una competición en la que es un aspecto fundamental, encontró en el norte de Francia un contexto idóneo para brillar.
El Lille se caracterizó en las tres temporadas de Lopes allí por ser un equipo inestable. En un principio, ser importante iba a ser complicado, pero el portugués lo hizo de forma inmediata. Y todo ello, marcado por encuentros en los que los ida y vuelta eran constantes y en los que Rony Lopes era decisivo por su capacidad para recibir abierto, aprovechar su cambio de ritmo en la banda derecha y, sobre todo, por hacer ganar muchos metros al equipo. Fueron prácticamente dos temporadas y media en las que se convirtió en un jugador que brillaba con espacios y, sobre todo, por las múltiples variantes que ofrecía en ataque.
En 2017, el Mónaco vendía a Bernardo Silva al Manchester City. La vuelta de Rony Lopes al equipo supuso la transición perfecta. Lopes era un perfil similar al de su compatriota y venía de hacer una temporada fantástica en el Lille. El momento para sustituirlo era ideal, pero la principal duda era la de ver si podría adaptarse a un sistema que, con Leonardo Jardim, no tenía extremos, ya que estos siempre actuaban como mediapuntas para dejar que los laterales dieran amplitud al equipo incorporándose por sorpresa. Así es como Jardim ganó una Ligue 1, con Thomas Lemar y Bernardo Silva interiorizando sus posiciones para que Mendy y Sidibé pisaran la línea de fondo y convirtieran la transición monegasca en una acumulación de jugadores en campo rival.
Rony Lopes vivió una temporada de ensueño en el Mónaco. En un equipo totalmente distinto al que ganó la Ligue 1, el portugués se erigió como estrella en un contexto ideal para él. Fue un Mónaco que ya no priorizaba tener jugadores en campo rival, sino que buscó el repliegue para aprovechar a Lopes y Jovetic a la contra. Falcao se lesionó durante un gran tramo de la temporada y el equipo, que terminó la temporada 2º contra todo pronóstico, tiene mucho que agradecer al portugués y al bosnio. Por una parte, Rony Lopes fue el jugador que, cuando el Mónaco robaba, aprovechaba su fuerte tren inferior para aguantar cada balón que llegaba para transitar. Y, por otra, se convirtió en el mejor socio de Jovetic para hacer valer su espectacular rapidez sin balón para trazar desmarques con espacios y convertir al Mónaco en un equipo muy vertical cuando el rival no terminaba la jugada. Lopes maduró su posición, ya que pasó de ser un extremo que jugaba pegado a la banda a hacer las labores del mediapunta en el equipo y ser aprovechable tanto con espacios como sin ellos.
Sorprende que, con 15 goles y 7 asistencias, Rony Lopes no abandonara el Mónaco tras los espectaculares números que obtuvo. Thomas Lemar fue la venta más importante del club tras fichar por el Atlético de Madrid a razón de 70 millones de €. Lopes fue quien asumió el rol de líder en el Mónaco tras la venta de Bernardo Silva y tuvo mucha responsabilidad en que el equipo terminara 2º. Se convirtió en un futbolista muy completo, capaz de actuar en la banda derecha, en la izquierda, o incluso haciendo las labores de organizador partiendo en la mediapunta, generando superioridades en el centro del campo para descongestionar al equipo de la presión del rival.
El Mónaco vivió la temporada pasada una pesadilla de la que casi no sale. Terminó la misma tan solo dos puntos por delante del descenso y Jardim, que había sido destituido por los malos resultados, tuvo que acudir al rescate tras el desastre de Henry en el banquillo. Lopes, destinado a explotar definitivamente para dar un salto cualitativo a un equipo con aspiraciones importantes, no pudo desarrollar su mejor nivel debido a las lesiones. Y es algo inédito en él, porque hasta entonces no se había visto perjudicado por ellas. Es un jugador que no ha tenido nunca problemas musculares, y a pesar de que sufrió varias lesiones de este tipo en 2019, terminaría la temporada disputando 24 partidos en Ligue 1. Aunque solo anotó 2 goles y asistió en otros 2, Lopes fue una de las claves para que el Mónaco se salvara. Formó una gran asociación con Gelson Martins -otra vez a la contra y con espacios- que permitió a los de Jardim estar en la zona noble de la clasificación durante varios meses. Después, los problemas de Lopes para jugar en la izquierda, incapaz de trazar diagonales hacia dentro, perjudicaron al equipo a tal punto de estar coqueteando con el descenso hasta la última jornada.