El viento sopla a favor en el primer mes de Gallego
Están invictos y hay optimismo. "Sabemos que la Europa League nos va a dar muchas cosas, pero de comer nos da LaLiga", cuenta el vestuario.
El primer equipo del Espanyol se entrenó una hora y media en la Ciudad Deportiva a puerta cerrada. Solamente los alumnos del UEFA Pro de la Escuela de Entrenadores pudieron presenciar el trabajo. Una sesión especial para la plantilla y, sobre todo, para el técnico, David Gallego, que cumple un mes trabajando con sus jugadores. En este periodo, el Espanyol ha ido cumpliendo sus objetivos uno a uno, aunque en el vestuario tienen claro que al partido que deden llegar en las máximas condiciones físicas y tácticas es al del 18 de agosto ante el Sevilla, primera jornada de LaLiga. “Sabemos que la Europa League nos va a dar mucho, pero LaLiga al final es lo que nos da de comer y lo importante”, cuentan desde el vestuario.
El Espanyol ha disputado por el momento cinco encuentros y no ha perdido ninguno de ellos. A la goleada ante el Peralda en el estreno (0-6), se le unen las dos victorias ante el Stjarnan (1-7 en el global), el empate ante el Sheffield Wednesday recientemente (2-2) y el triunfo ante el Lens (1-3). El equipo, eso sí, reconoce que aún no están perfectamente acoplados a los nuevos conceptos aunque poco a poco se van encontrando mejor. Al margen de los vaivenes tácticos y de la adaptabilidad del grupo, hay otros avances en este mes con Gallego, donde el viento sigue soplando a favor de un Espanyol optimista.
La confección de la plantilla va viento en popa. El club tiene la portería cerrada con la contratación de Andrés Prieto, mientras que la defensa, si finalmente llega Fernando Calero, quedaría cerrada a la espera de un lateral derecho. En el centro del campo las piezas están claras mientras que en la delantera se está a la espera de la marcha de Borja Iglesias y de la inversión, más residual, en un delantero que pueda ser un recambio para Facundo Ferreyra.
De puertas hacia fuera, Gallego ha conseguido seducir con su discurso directo y campechano a aficionados, que están a la espera del rendimiento del equipo pero que, de buenas a primeras, convencen las palabras y la transparencia del entrenador, poco amante de retóricas, siempre próximo al lenguaje de los aficionados. El técnico ya comentó que quedaba aún mucho trabajo por hacer. En dos semanas, empieza una Liga exigente.