Cerco a Calero, una operación a fuego lento
El Espanyol, que tendría ya un acuerdo con el jugador, aprieta al Valladolid para no pagar los 11 millones de su cláusula de rescisión.
EI Espanyol no es un club alborotador en el mercado, no da tumbos de un jugador a otro hasta que alguno caiga. Su mueve con precisión cirujana y con los objetivos muy claros. En junio había dos movimientos en la defensa que se daban por lógicos: la no renovación de Óscar Duarte y el traspaso, tarde o temprano, de Mario Hermoso. Y la dirección deportiva tenía claro que Bernardo Espinosa era el recambio del costarricense y Fernando Calero, el del madrileño. Después de cerrar al colombiano la primera semana de pretemporada, el club acelera para tener al segundo antes de que empiece el campeonato.
Según publicó ayer el canal de televisión La8 de Valladolid, el acuerdo entre el jugador y el club perico es total, algo lógico teniendo en cuenta que el Espanyol compite a otro nivel económico que el club castellano y que el jugador daría un salto en su carrera al participar en competiciones europeas y ponerse en un nuevo escaparate.
El Espanyol pone por lo tanto el cerco a Calero, pero la negociación con el Valladolid se sigue cociendo a fuego lento. El club de Pucela tiene la necesidad de vender y de momento está exigiendo la cláusula de 11 millones, consciente de que no es una cantidad excesiva y de que el Espanyol también tiene necesidad de comprar un jugador joven, con proyección y que pueda ser un central de garantías. Por el momento, la oferta perica es insuficiente, de solo ocho millones, aunque todos los actores confían en que se llegue a un acuerdo teniendo en cuenta las diferentes fórmulas que se han dado últimamente en las operaciones, como puede ser los pagos a plazos, el porcentaje de derechos federativos o las variables. Negociaciones y propuestas que aún están por concretarse porque la fase de la operación aún está en la particular fase de tira y afloja.
Una de las prioridades del Espanyol es encontrar a jugadores que se revaloricen con el paso del tiempo, y esta es la principal virtud de Calero, un central que, en su primera experiencia en la máxima categoría, ha disputado 36 encuentros y ha marcado un gol, siendo uno de los jugadores más destacados de un Valladolid que se ha asegurado la categoría.
Conocedor siempre de las divisiones más modestas, el jugador ya estaba controlando por la dirección deportiva, aunque ahora es el momento de preparar la última ofensiva.