La sanción al Chelsea no le priva de tener dos fichajes históricos
El Chelsea está viviendo un verano diferente por la sanción impuesta que le priva de acudir al mercado de altas para reforzar su plantilla.
El conjunto londinense no puede fichar, pero cuenta con una base deportiva que consiguió la clasificación para la próxima edición de la Champions League, reflejando que pese al castigo en materia de fichajes el proyecto tiene razones deportivas serias y rotundas para que el descontrol y el pánico entren en acción. El club de Stamford Bridge ha sufrido la importante baja de Eden Hazard tras un traspaso estratosférico cercano a los 100 millones de euros, pero muchos aseguran que con jugadores como Ross Barkley, Willian y Pulisic (que fichó en el mercado de enero, antes de la sanción) hay sustitutos de garantías para que su salida no se convierta en un punto débil en el esquema del equipo.
Sin embargo, partiendo de la base por la cual no pueden fichar (la sanción deportiva) se ha producido una situación curiosa, y a la vez que contradictoria. El Chelsea 2019-20 tendrá a dos de los fichajes más caros de su historia cuando no puede fichar, cuando se le ha prohibido acudir al mercado de altas durante dos periodos (verano e invierno), pero que en términos legales ha sido posible, accesible y, por lo tanto, rozando la sorpresa y retando a la lógica.
Fichajes más caros de la historia del Chelsea
1. Kepa Arrizabalaga, 80 millones de euros.
2. Álvaro Morata, 66 millones de euros.
3. Christian Pulisic, 64 millones de euros.
4. Fernando Torres, 58'50 millones de euros.
5. Jorginho, 57 millones de euros.
6. Mateo Kovacic, 45 millones de euros.
7. Andriy Shevchenko, 43'88 millones de euros.
8. Tiemoué Bakayoko, 40 millones de euros.
9. Michy Batshuayi, 38'50 millones de euros.
10. Didier Drogba, 38 millones de euros.
Dos nombres. Dos jugadores. Christian Pulisic y Mateo Kovacic. Dos casos idénticos porque han llegado este verano, con la sanción latente, vigente, activa. Pero al mismo tiempo dos casos diferentes, con explicaciones diferenciadas.
Christian Pulisic se convertía en nuevo jugador del Chelsea el pasado 2 de enero, en el pasado mercado de invierno, pero tras un acuerdo con el Borussia Dortmund la perla estadounidense jugaría cedido en las filas del club alemán hasta final de temporada. Una operación cerrada en el ciclo económico del pasado curso, antes de ser oficial la sanción que priva al Chelsea, y por lo tanto legal. Así, los 64 millones de euros pagados por los londinenses a los Borussens permiten que Pulisic esté a las órdenes deportivas de Frank Lampard esta próxima temporada.
Mateo Kovacic también ha sido un fichaje oficial del Chelsea este verano, aunque con detalles diferentes a Pulisic. Su fichaje sí se ha producido este verano, el 1 de julio más concretamente, dentro del nuevo ciclo económico. Teóricamente no podría producirse, pero al tener ficha de la pasada temporada, al haber sido jugador del Chelsea el pasado curso deportivo en calidad de cedido por el Real Madrid, su situación se desbloquearía y, así, se ha podido producir esta operación.
A estos dos fichajes se le suman piezas de un puzzle que estaba repartido por media Europa. Jugadores que estaban cedidos y que ahora, dentro de este proyecto 'doméstico' que tiene por delante el Chelsea, quizás tengan minutos y oportunidades. Varias han sido las renovaciones oficiales, varios son también los jugadores que podrían renovar sus respectivos contratos muy pronto.
Y aquí nace la curiosidad. En el verano de la sanción, cuando el Chelsea no puede fichar, es cuando, primero, llegan dos de los jugadores más caros de la historia del club y, segundo, cuando más dinero se está moviendo de forma interna sumando los citados fichajes y las diferentes renovaciones que se están produciendo. A todo esto se le debe sumar la salida de Hazard y el traspaso de Morata (que se hará efectivo el próximo verano en términos económicos al estar cedido dos años), que también va a generar ingresos. Movimientos de dinero. Altas cifras monetarias que crean una contradicción en uno de los veranos más tranquilos que se recuerdan a orillas del río Támesis.