Marc Janko se subleva contra el perfeccionismo de Instagram

Marc Janko acaba de retirarse del fútbol con 36 años. Pero no es noticia por eso, sino por haberse rebelado contra la dictadura del perfeccionismo que domina la red social Instagram. Y lo ha hecho mostrando sus propios pies, unos pies imperfectos, con unas uñas en muy mal estado y la del dedo gordo del pie izquierdo a punto de caer, probablemente fruto del golpeo continuo al balón.

El delantero austriaco, cuyo último equipo ha sido el Lugano suizo, confiesa que se le ocurrió la idea viendo Instagram con un amigo. Ese exceso de perfeccionismo de todas las fotos fue lo que molestó a Janko, sobre todo pensando en sus dos hijas y la influencia del "mundo irreal" que transmite la red social pueda influir en un futuro en sus dos hijas: "La idea surgió cuando estaba con amigos viendo fotos en Instagram. Y hubo un momento en que este mundo perfecto me molestó. Tal vez porque tengo dos hijas. La perfección siempre se reproduce en estas fotos de Instagram. Pero nadie vive en la perfección".

Primero se le ocurrió poner una foto del pan y la mantequilla, porque era lo que se comía en Austria en la posguerra: "Solo había pan y mantequilla en Austria. Y fue tan buena como lo es hoy". Luego decidió colgar la foto de sus pies: "Si una persona jugó al fútbol durante 16 años, los dedos de los pies son simplemente feos. Pero esa es su apariencia externa y no tiene nada que ver con lo que una persona puede sentir internamente. Una persona también puede ser feliz con cosas imperfectas".

Janko ha querido aprovechar su popularidad como futbolista para lanzar un mensaje a los más jóvenes: que el mundo perfecto no existe: "En las redes sociales, los jóvenes viven  dentro de una burbuja que no tiene nada que ver con la realidad. Tarde o temprano esta burbuja estallará y  luego se darán cuenta, terriblemente, de que no estaban viviendo en el mundo real ".