Marcelo exhibe un físico esculpido: seis kilos menos
Su forma es uno de los temas más comentados de la estadía en Montreal. Encabeza el 'Clan Brazuca' con Casemiro, Vinicius, Rodrygo y Militao.
El comentario alrededor de la primera semana de la gira del Real Madrid por Montreal es recurrente: "Marcelo está finísimo". No es sólo la sensación visual. La báscula arrojó un veredicto más gráfico al reincorporarse en Valdebebas: pesaba seis kilos menos.
Para avisar de que se estaba tomando el verano en serio, Marcelo se encargó de subir fotos luciendo abdominales esculpidos. Nada que ver con la oronda figura que se le apreció en la playa de Copacabana tres años atrás. Al brasileño le ha crecido la competencia y le ha menguado el índice de grasa corporal para su reaparición en Canadá. Zidane le lanzó el guante al final del curso pasado para que no dejase el Madrid: "Cuento contigo", le dijo el galo. Pero también le anunció que iba a venir un tres recomendado por él mismo. Y ese lateral ya está en el vestuario, es Ferland Mendy, otro que está impresionando al club porque es infatigable.
El tuneo físico al que se ha sometido Marcelo, enfadado por las críticas y los pitidos que recibió la temporada pasada, obedece a un doble motivo. Por un lado, corresponder a Zizou; por el otro, postularse para el próximo Mundial. "Tengo que trabajar mucho más y mejor para volver a vestir la camiseta de la Seleçao", se sinceró hace poco en Esporte Espetacular y parece que se ha metido de lleno en el reto...
Marcelo, el hermano mayor del 'Clan Brazuca'
Dentro de la Torre de Babel que es el vestuario blanco (nueve nacionalidades distintas), Marcelo no sólo vuelve a sonreír, sino que además se ve rodeado de una nueva generación de brasileños a los que apadrinar. A Vinicius (19 años), se le han unido Rodrygo (18) y está por sumarse Militao (21). Junto con Casemiro (27) forman el Clan Brazuca. Si todos se quedan y el Madrid completa las 25 fichas permitidas la cifra resultante es redonda: el 20% del vestuario bailará funk brasileiro...
A Vini y Rodrygo los tiene en Montreal casi como si fueran dos miembros más de su propia familia, junto a su esposa Clarice y sus hijos Enzo y Liam. Comen y cenan juntos (a veces se les unen Modric, Keylor...) y en el día libre, el trío planeó una pequeña escapada matutina al barrio de los espectáculos de Montreal, pero Rodrygo se cayó porque se le pegaron las sábanas. En los entrenamientos, Marcelo tampoco les pierde de vista.
Tras doce temporadas, Marcelo lidera un grupo parecido al que le recibió a él, en enero de 2007, cuando llegó con 18 años a una plantilla que albergaba todavía más brasileños que ahora, con Roberto Carlos, Cicinho, Emerson, Baptista, Robinho y Ronaldo. Ahora él es el veterano y tiene noveles brasileños que cuidar.