Los chicos de oro
El fichaje de Joao Félix confirma la tendencia del mercado: invertir en jóvenes antes que en estrellas. Tres Sub-20 entre los cinco traspasos más altos de la historia.
El fichaje de Joao Félix por parte del Atlético no solo se ha convertido en el cuarto fichaje más caro de la historia del fútbol mundial, sino que confirma una tendencia que se ha ido reforzando con cada nuevo período de traspasos: los clubes cada vez tienen menos miedo a invertir en las jóvenes promesas. Buena prueba de ello es que tres de las cinco transferencias más altas del mercado han sido por jugadores Sub-20: Kylian Mbappé (135M€), Joao Félix (127,2M€) y Ousmane Dembélé (125M€). Por si fuera poco, tanto el astro del PSG como la perla rojiblanca son el francés y el portugués más caro de la historia, respectivamente.
Asimismo, nueve de los diez fichajes más caros de jugadores Sub-20 se han producido en las últimas cuatro temporadas, siendo, además, la excepción la de menos valor: el fichaje de Lucas Moura por el PSG en el curso 2012/13 por 40 millones de euros. De estos diez, tres se han realizado a lo largo de la última temporada: las compras de Vinícius Júnior y de Rodrygo Goes por parte del Real Madrid a razón de 45 ‘kilos’ cada uno de los brasileños y los mareantes 64 millones que el Chelsea pagó por el estadounidense Christian Pulisic al Borussia Dortmund. Antes, durante el verano de 2016, el City convertía a Leroy Sané en el futbolista alemán más caro de la historia tras pagar más de 50 millones al Schalke 04, pero sin superar lo que sus vecinos pagaron por Anthony Martial un año antes: el United desembolsaba 60 millones de euros por el del Mónaco, quien por entonces era el segundo francés más caro de la historia solo tras Zinedine Zidane. Ese mismo verano, los ‘citizens’ convertían a Sterling en el futbolista inglés más caro de la historia (63,7M€) y la transferencia más alta entre clubes ingleses.
La inflación en el precio de los jóvenes es tal que movimientos como el que llevó a Wayne Rooney del Everton al Manchester United por 37 millones, en su día un traspaso que puso patas arriba el fútbol mundial, se ha convertido en “uno más”: los ‘Red Devils’ pagaron la misma cifra por Luke Shaw en 2014, Renato Snaches le costó 35 ‘kilos’ al Bayern Múnich, el City adquirió a Gabriel Jesús por 32 millones y Guedes, Óscar o Marquinhos supusieron un desembolso de más de 30M€.
Si bien es cierto que este aumento de precios es general (ocho de los diez traspasos más altos se han producido en los últimos cuatro años), de los últimos mercados se puede concluir que los clubes cada vez tienen menos reparos en gastar su dinero en futbolistas jóvenes antes que en veteranos contrastados. Desde el verano de 2014 hasta hoy, diez de las veinte transferencias más caras se han realizado por jugadores Sub-23 como Kepa Arrizabalaga, Lucas Hernández Frenkie De Jong o Thomas Lemar.
El cambio de paradigma en el mercado es evidente. La inflación de los últimos años ha provocado que los grandes clubes blinden a sus jugadores de referencia tras cifras difícilmente asumibles para la economía de cualquier entidad por grande que esta sea y cada vez es más extraño que los grandes nombres se muevan de sus clubes, aunque este verano no sea el más propicio para hacer esta afirmación. El precio más reducido (aunque igualmente elevado comparado con tiempos pretéritos), el potencial deportivo y el posible rédito económico futuro son las principales bazas con las que juegan los clubes a la hora de desembolsar estas cifras mareantes que hemos visto y que veremos: Matthijs De Ligt, Jadon Sancho, Kai Havertz o GIanluigi Donnarumma amenazan con sumarse a la lista de ‘chicos de oro’.