Interrogantes con Griezmann
Dónde lo colocará Valverde, ser un satélite del planeta Messi, su entrada en el vestuario, su relación con la afición o su posible suplencia.
Se cuentan las horas para que el fichaje de Antoine Griezmann (28 años, Macon, Francia) por el Barcelona sea oficial, pero el anuncio no despejará todas las incógnitas que rodean su aterrizaje. La principal, por supuesto, tiene que ver con el fútbol. Después de varios años jugando en la posición que en el Barça ocupa Messi, siendo el referente de todas las jugadas de ataque del Atlético de Madrid, y también de la selección francesa con Giroud por delante, Griezmann debe prepararse para un nuevo rol en el campo en el que será un satélite que tendrá que moverse en función de lo que diga el planeta Messi y estará menos en contacto con el balón. Será el momento de que regrese en parte a sus orígenes como segundo punto o extremo en la Real, un jugador de más movimiento que contacto con el balón. No obstante, esa ya será una decisión de Valverde, que también tiene trabajo este verano repensando cómo jugará el Barça. Una opción es acercar a Griezmann con Messi y crear una línea de dos mediapuntas que tenga por delante a Suárez. Y que los dos construyan a través del balón. Griezmann también podría hacer de Suárez en la posición de nueve. No es esa, sin embargo, su posición ideal y así lo ha manifestado en alguna ocasión.
Las dudas, sin embargo, no están sólo en el césped, también en todo lo que rodea a este personaje singular que con el documental La Decisión se puso en contra a un buen sector de la afición barcelonista. Alguno de los más radicales ha anunciado incluso de no acudir al Camp Nou mientras Griezmann juegue en el Barça... Tal vez ellos se lo pierdan. Griezmann fue pitado en su último partido en la Ciudad Condal pero por entonces ya se intuía su fichaje. Valverde pidió que la afición se centrase en animar a su equipo y eso es lo que pasó. La expulsión de Diego Costa cambió ese partido y, en general, hubo indiferencia con Griezmann. Eso sí, el francés no llega como ídolo sino como futbolista al que se exigirá. Su relación con la afición, por tanto, tendrá únicamente que ver con su rendimiento en el campo... Si es que juega.
Poque la posibilidad de que llegue Neymar generará un escenario curioso en el Barça. Que como en los tiempos en que Cruyff debía elegir entre Koeman, Laudrup, Romario y Stoichkov, el francés pueda ser el damnificado de la llegada del brasileño, al que une una gran relación con Messi y Suárez. No obstante, sí da la sensación de que aunque llegase Neymar, Valverde encajaría en los cracks en el equipo o habría minutos para todos una vez que Suárez y Messi ya están en los 32 años.
Hay una última arista que está en el aire. La relación con el vestuario. Siempre apegado a las vacas sagradas de los equipos (Bueno o Xabi Prieto en su época en la Real Sociedad), Godín, Koke (Atlético), su llegada prevista para la temporada 2018-19 generó buena reacción de las vacas sagradas, que igual que aplaudieron su posible aterrizaje reaccionaron incrédulos al documental que rodó con la productora Kosmos de Piqué. Esta temporada, no obstante, los cracks, especialmente Suárez, han reaccionado de manera distinta y mucho más fría. Como con la afición, Griezmann tendría que ganarse también el cariño del vestuario. Puede que el mate le acerque...