'Missillessen', el segundo que quería ser primero
Después de tres años de suplente en una zona de confort en el Barça, afronta un gran desafío. Esta temporada ha tenido cuatro lesiones. Se va del Barça siendo mejor portero que cuando vino pese a jugar 10 partidos por año.
Jasper Cillessen se va del Barça después de jugar 32 partidos oficiales en tres años (a menos de 11 por curso) en los que encajó 20 goles. No ha dado un solo problema y ha ido de cara. El año pasado le dijo personalmente al presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, que quería abandonar el club porque no tenía minutos. Fue en la gira por Estados Unidos del Barça. Bartomeu le dijo que no se marcharía a no ser que pagase su cláusula de 60 millones de euros pero valoró su sinceridad y le prometió facilitarle la salida el siguiente curso. Ha cumplido.
Es un caso extraño el de Cillessen. Aparentemente, se marcha del Barça siendo mejor portero que el que llegó procedente del Ajax entre dudas, algo intoxicadas todo hay que decirlo. Aquella sustitución 'random' (que además salió bien) de Van Gaal en los cuartos de final de Mundial cuando quitó a Cillessen para poner a Krul en la tanda de penaltis le creó cierta fama de portero vulnerable. Por eso cuando el Barça pagó 13 millones de euros al Ajax en el verano de 2016, el precio pareció exagerado. "No hay porteros de calidad por ese precio, el tiempo nos dará la razón", dijo una voz autorizada de la secretaría técnica a As entonces.
Para fichar por el Barça, Cillessen tuvo que aceptar de manera transparente que era, oficialmente, el segundo portero del Barça. Ter Stegen había amenazado poco antes con irse al City si no era el titular en Liga y la posición extrema del alemán acabó con la venta de Claudio Bravo a los citizens. Cillessen mantuvo un perfil bajo en sus inicios. Supo que sólo jugaría la Copa y cumplió. Fue importante en la primera temporada y sólo cometió un error: en la final ante el Alavés se comió el lanzamiento de Theo pero el Barça ganó y quedó en el olvido.
Con una relación de respeto con Ter Stegen del primer al último día ("aprendiendo del mejor", llegó a colgar en sus redes sociales en una ocasión este último curso), en el segundo año se asentó como jugador respetado por la afición del Barça. En Valencia recordarán bien una tremenda parada a Gayá en la semifinal de Copa que complementó otras que hizo en rondas anteriores como en el primer año ante Athletic y Real. Se empezó a popularizar entonces el 'Misillessen'. Cillessen tiene un espectacular golpeo desde su área que permite montar contragolpes o desarmar defensas que juegan adelantadas o las de tres centrales que se miden uno a uno con los delanteros rivales.
El último año de Cillessen no ha sido fácil. Ya sabía que quería marcharse y vivía de manera un tanto paradójica su triunfo en la selección de Holanda, donde Koeman lo volvió a convertir en indiscutible, con su olvido en el Barça, donde lo hiciese bien o mal sería suplente. El asunto tuvo un punto caliente en la eliminatoria de cuartos contra el Sevilla. El Barça venía de un 2-0 en contra en la ida. Con 2-0 a favor de los azulgrana en la vuelta, Cillessen hizo una parada increíble a André Silva y le paró un penalti a Banega... Llegó como héroe a las semifinales..., y se lesionó un día antes. Este año se ha lesionado cuatro veces (costillas, pierna, desgarro muscular y cadera), un detalle que no es baladí. En total, ha acumulado seis lesiones en sus tres temporadas de azulgrana.
Cillessen ha terminado mal la temporada. En la final de Copa estuvo flojo y en la Liga de Naciones no paró como solía. Tenía la cabeza en otra parte, salir del Barça. Jugador afable en el vestuario, que ha disfrutado de verdad Barcelona y ha sido un ejemplo de adaptación al entorno de la ciudad y al vestuario, se ha demostrado como un gran suplente. Ahora tiene un nuevo desafío. Ponerse bajo los palos de un estadio de la grandeza de Mestalla cada domingo y con la sombra de grandes porteros históricos planeando sobre él no debe resultar sencillo. Es el momento de Misillessen.