MUNDIAL (F) | ESPAÑA 1-EE UU 2
El VAR golpea a España
Dos penaltis, el segundo muy dudoso y concedido con el VAR, acabaron con el sueño de España. Jenni había empatado con un golazo.
No pudo ser. España puso fin a su sueño en el Mundial de Francia ante la todopoderosa Estados Unidos y de la forma más cruel: víctima del VAR. La Roja dio una lección de fútbol que sólo se vio frenada desde el punto de penalti. El videoarbitraje les bajó de las nubes cuando mejor estaba el equipo de Vilda. La Selección regresa a casa con la cabeza muy alta y con ganas de seguir demostrando al mundo muchas cosas. Esta selección ha venido para quedarse entre las mejores para siempre.
Era el partido de su vida para la Selección. Para Estados Unidos una prueba más hasta el objetivo, estar de nuevo en la final de un Mundial. Aún así, Jill Ellis alineó a todas las estrellas para el choque de octavos. La idea era salir al choque lo más enchufadas posibles y lograr romper el marcador cuanto antes. Vilda, en cambio, tenía otro trabajo muy diferente con su equipo. La Roja debía lograr parar a las poderosas rivales desde el principio. El técnico apostó de nuevo por un once atrevido de inicio, otra vez con jóvenes sobre el césped.
Una idea estaba clara desde el principio: errores atrás, ninguno. El balón tenía que estar lo más lejos posible de la portería de Paños. Sin tiempo para creérselo, Guijarro tuvo la primera ocasión. La centrocampista del Barcelona tiró como si fuera el último balón de su vida, pero se estrelló en la cara de Lavelle. No duró ni cinco minutos la tranquilidad. Todos los sueños de La Roja se diluyeron cuando Heath se fue por la banda derecha y entró al área como por su casa. Mapi León, en su intento por frenarla, la derribó y la colegiada pitó penalti. Rapione anotó la pena máxima y el público de Stade Auguste-Delaune estalló.
Cuando más cuesta arriba se le había puesto a La Roja apareció Lucía. La asturiana, muy a su estilo guerrero, logró robar un balón a Sauerbrunn al borde del área, se la dio a Jenni y su golpeo con la derecha fue el bonito de su carrera. Por toda la escuadra entró el balón, como ella siempre había soñado. Por eso es la jugadora con más calidad de esta selección. Por eso sus jugadas han dado la vuelta al mundo durante este Mundial.
España logró reiniciar de nuevo el partido. Sin embargo, el sufrimiento no daba tregua. Sobre todo, la capitana Rapinoe por la banda izquierda hizo mucho daño. Fue una tortura para Corredera, Paños, Irene... El vendaval no paraba. España sobrevivía como podía. Sólo había dos jugadoras de rojo que ponían el picante. Eran Lucía y Jenni contra el mundo.
Cuando mejor estaba el equipo, Vilda tuvo que mover obligado el once debido a un golpe de Losada, que se retiró entre lágrimas. Se perdía el partido de su vida. Nahikari entró para ser la jugadora referente en punta. España seguía viva y dando guerra. Solo quedaban 45 minutos para lograr el mayor hito de la historia, forzar la prórroga ante un gigante. La Selección salió con seriedad y contundencia. Mapi e Irene compenetradas a la perfección, Leila y Corredera sin perder ni un momento el sitio. La clave iba a estar en esa parcela. A las norteamericanas les costaba encontrar huecos. Lavelle y Mewes probaron desde lejos a Paños. Después fue Guijarro la que estuvo a punto de sorprender con un tiro cruzado. La Roja lo intentaba una vez tras otra con balones largos a Lucía.
El partido llegó a un punto muerto, cualquier cosa podía pasar. Y pasó lo peor: penalti otra vez. Torrecilla, en su afán de frenar a Lavelle, golpeó mínimamente a la centrocampista. Fue un roce, un toque que no impidió que la estadounidense diera tres pasos más hasta caer. La árbitra revisó la acción y el VAR fue dura con España, demasiado para la ligereza de la entrada. De nuevo, otra vez Rapinoe, ponía por delante a Estados Unidos. Quedaban minutos y España demostró que no iba a tirar los brazos. En la última acción, de hecho, España pidió un penalti sobre Irene Paredes cuando iba a golpear. Esta vez no hubo ni penalti ni revisión. España no es EE UU, ya se sabe.
Pero las españolas fueron guerreras. Hicieron bajar de su nube a la mejor selección del mundo. La hicieron mojarse sobre el barro. Esta vez no pudo ser, pero la historia está para cambiarla. Se ha abierto una puerta que estaba cerrada con llave y ahora solo falta disfrutar de esto tan bonito que es fútbol. España tiene aptitud y actitud. El presente es de EE UU, el futuro es nuestro.