ITALIA 2 - BOSNIA 1
Un gran Insigne lidera la remontada de Italia ante Bosnia
La Azzurra comenzó mal ante Bosnia, pero el napolitano firmó un precioso gol y una asistencia para Verratti: los de Mancini tienen pie y medio en la próxima Eurocopa.
La Italia de Mancini demostró tener carácter además de juego bonito, y ante Bosnia remontó con un gran Insigne un partido que había comenzado muy mal, poniendo pie y medio en la Eurocopa 2020: tras cuatro jornadas los italianos siguen con pleno de victorias y dejan al rival más peligroso del grupo a ocho puntos de su primer puesto.
La Azzurra, con Quagliarella en el centro de su delantera, disputó una primera mitad descafeinada, sufriendo la fuerza física y la gran intensidad de los de Prosinecki, cuyas jugadas pasaban todas por los pies de un Pjanic inspiradísimo. La ilusión (y los cánticos) de los hinchas visitantes hicieron parecer que se jugara en Sarajevo y no en Turín, y los bosnios antes del descanso lograron una ventaja merecida.
Visca, al que poco antes Bonucci le había sacado un gol que estaba hecho, recibió un precioso taconazo de Besic y centró para Dzeko, que empujó entre palos rompiendo una racha azzurra de seis partidos sin encajar goles. Quagliarella, con un bonito remate, estuvo cerca del 1-1 antes de volver a los vestuarios, pero Mancini decidió prescindir del capocannoniere en la reanudación.
En su lugar entró Federico Chiesa e Italia cambió de cara. Nada más volver al verde, Lorenzo Insigne recibió un córner de Bernardeschi y puso las tablas con una inolvidable volea, su gol más bonito en la absoluta tras haber firmado otra joya ante Grecia el pasado sábado. Bosnia tuvo un intento de reacción que Sirigu y la zaga italiana supieron contener, y en el tramo final del partido la Azzurra la asedió hasta conseguir el 2-1.
Con una jugada que recordaba al Pescara de Zeman, Lorenzo Insigne, siempre él, cedió el balón en pleno área a Verratti, que con un derechazo raso dio la vuelta a la tortilla. El triunfo desató la alegría del grupo italiano, que se ve ya a un paso de la próxima Eurocopa, cuyo partido inaugural se disputará justo en Roma: será la mejor manera para cancelar de una vez para siempre la vergüenza de haberse quedado sin Mundial hace un año.