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COPA AMÉRICA

Gabriel Jesús, el ‘menino’ que madura sus sueños con Brasil

El delantero de la selección brasileña llega a esta Copa América mucho más maduro a pesar de sus 22 años. La vida le cambió en siete años y aunque aguarda paciente el éxito, desea esta Copa.

São Paulo
Gabriel Jesús, delantero de la Selección de Brasil
Oficial - CBF

"Siempre fui soñador, eso es lo que me mantiene vivo. Cuando era niño, mi sueño era ser jugador de fútbol ¡Vas viendo!", la frase con la que comienza la canción “A Vida É Desafio” del grupo de rap brasileño Racionais MC's, fue la que el jugador del City la selección brasileña se tatuó en el pecho y aunque asegura que no representa nada de su vida, le hace recordar el barrio donde creció. Hoy, asegura que Firmino está en mejor momento para ser titular, pero al final es Tite quien decide.

La CBF está publicando perfiles de los jugadores de la selección brasileña desde su lado más humano, para demostrar que son uno más, con problemas que han sabido superar a partir de la perseverancia y motivación que da este género musical -en el caso de Gabriel- a través de los mensajes en sus líricas.

Más que rap, para ser el orgullo de su familia

“Esta canción tiene un valor tan grande para mí, es increíble. No habla de mi vida. Pero habla sobre una cultura, la realidad que tenemos en las comunidades”, así la definió el delantero que creció en el barrio Jardim Peri del norte de Sao Paulo. Lugar que ahora cuenta con un mural de casi 34 metros en homenaje a él por servir como ejemplo de lucha y de que nunca hay que abandonarlas.

Gabriel siempre contó con el apoyo de su familia en su sueño de ser futbolista, sus palabras siempre son en positivo, el pasado lo recuerda como una motivación extra y en su mente está la Copa América y más adelante otro Mundial para “darle siempre orgullo a mi familia y mi madre”.

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Getty Images

Sin falta, una llamada para mamá

Gabriel Jesús fue abandonado por su padre apenas nació, el jugador potenció el lazo con su madre a través de ver los esfuerzos que ella como empleada del servicio tenía que hacer para ayudarle a su hijo a cumplir su sueño de futbolista. El de Sao Paulo cada vez que hace un gol, corre al banderín de la esquina para emular contestar la llamada de su madre, un simple gesto que reconoce todos esos esfuerzos y al mismo tiempo una forma de agradecimiento.

“Es necesario siempre creer que el sueño es posible”

“Algunos niños tenían videojuegos. Yo, yo tenía el balón y mi imaginación”, dijo en diciembre de 2017 al portal The Players' Tribune. Gabriel tiene un carisma que lo hace diferente, tal como aseguró el histórico Ronaldo hace un par de meses en Brasil. El delantero que nació en 1997 sentencia que, reconocer sus errores y aciertos sirve para seguir evolucionando más que jugador, como persona.